El Dépor alerta que peligra el ascenso por culpa del Ayuntamiento, que replica criticando los intereses extradeportivos de Abanca
El Deportivo de A Coruña, propiedad de Juan Carlos Escotet (dueño de Abanca), no acude a la celebración de su ascenso en el pazo de María Pita de A Coruña, donde gobierna el PSOE, pero sí visita al presidente de la Xunta, del PP, en Santiago. La directiva hace tiempo que está enfrentada al gobierno local. Primero, fue al hilo de nombre del estadio. Para ayudar al club, la alcadesa aceptó que, pese a ser municipal, se rebautizase como Abanca-Riazor. Ahora, un día después del ascenso, demanda disponer de Riazor "a largo plazo" y la política responde que ceder Riazor para que juegue el Depor sí, pero para que Abanca haga negocios no, porque el estadio es de todos.
Una polémica inesperada puede aguar la fiesta del deportivismo. El club, en plenas celebraciones por su ascenso a Segunda División, ha sacado un durísimo comunicado contra el Concello de A Coruña. La sociedad anónima deportiva de Juan Carlos Escotet, dueño de Abanca, llega a advertir que "la falta de colaboración del Concello de A Coruña pone en peligro el futuro del Dépor en la Segunda División".
El argumento del club es que necesita un convenio de cesión del uso del estadio municipal de Riazor a largo plazo. El Deportivo insiste en que LaLiga le exige un certificado de cesión para la temporada 24/25.
Hay que tener en cuenta que esa competición no empezará hasta después del verano. Es evidente que hay tiempo para llegar a un acuerdo. Por lo tanto, a primera vista sorprenden las prisas de la directiva y el ataque público a la alcaldesa Inés Rey, solo un día después del ascenso.
CON RUEDA SÍ, CON REY NO
El más, la directiva del Deportivo ha ido un paso más allá y no ha permitido a la plantilla celebrar el triunfo en la sede municipal. Los deportivistas no podan aclamar a los jugadores en la Praza de María Pita, como es tradicional, ni la alcaldesa podrá organizar una recepción oficial.
Por el contrario, el club sí ha mandado a los deportistas a celebrar el ascenso con la Xunta en Santiago. Hasta el Pazo de Raxoi se ha desplazado una comitiva coruñesa para hacerse la foto con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Alfonso Rueda es del PP e Inés Rey del PSOE. ¿Estamos ante un caso de politización del fútbol similar al que soportan los aficionados celtiñas, que asisten al continuo pim-pam-pum entre los propietarios de la familia Mouriño, afines al PP, y el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero?
"ENTREGA TOTAL DE RIAZOR PARA SU EXPLOTACIÓN COMERCIAL"
En el comunicado de respuesta emitido hoy por el Ayuntamiento, se puede leer entre líneas, incluso sin demasiado esfuerzo, que en María Pita existen recelos sobre los verdaderos motivos del ataque lanzado desde las oficianas blaquiazules.
" O goberno local considera intolerable que se impida aos deportistas gozar do recibimento que merecen por intereses económicos que nada teñen que ver co deporte", reza la nota difundida esta tarde por el municipio.
Además, Inés Rey compromete "la cesión gratuita del estadio municipal por 25 años, como até agora, para que o Dépor poida desenvolver a súa actividade comercial ao máximo nivel". A continuación la alcaldesa socialista lanza un ataque dialéctico contra Abanca, al revelar que la entidad "exige al Ayuntamiento la entrega total y gratuita de un bien público para su explotación económica y comercial en exclusiva más allá del ámbito deportivo olvidando que el estadio es de todos". Vamos, que Escotet quiere que, además de jugar gratis en Riazor, el municipio le permita, por ejemplo, organizar sus conciertos o eventos en el estadio durante varias décadas. Un pelotazo, en definitiva.
El Ayuntamiento recuerda que no es la primera vez que la filial de Abanca intenta sacar rédito de la enorme popularidad del Depor. Es una alusión a la polémica del año pasado, cuando el club acusó a Rey -quien por otra parte es una confesa forofa del Dépor- de sabotear el futuro de la entidad por cuestionar que el estadio siguiese llamándose Abanca-Riazor, pues es propiedad municipal, no de Abanca.
Aquella polémica se saldó con acuerdo finalmente. Ha sido el Deportivo quien la ha desenterrado de repente, solo un día después del ascenso.
Un ataque que permite entrever, por otra parte, cuales son las preferencias políticas del multimillonario dueño de Abanca, Juan Carlos Escotet, el cuarto hombre más rico de España según Forbes después de quedarse a precio de saldo con los activos de las cajas de ahorro gallegas, entre otros, las deudas del Dépor con Caixa Galicia que le permitieron convertirse en dueño del histórico club. Un banquero venezolano que, por cierto, lleva años poniendo por escrito en la memoria de Abanca que su intención es última es vender y librarse el Deportivo.
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