El Cádiz de Sergio toca fondo y el gallego Diego Martínez podría reflotarlo

El banquillo del Nuevo Mirandilla busca nuevo inquilino. Son tiempos poco brillantes en la 'tacita de plata', donde llevan si ver ganar a su Cádiz desde el 1 de septiembre. En total son 16 partidos encadenando algunos empates y muchas derrotas. La última, por 1-4, despertó el enfado de una grada que no soporta ni un minuto más el modelo conformista y apático de Sergio González, con el que lograron dos permanencias pero que no ha mejorado ni cambiado las imagen de un equipo abocado al descenso. 

Lo andaluces buscan un cambio de timón que se dará más tarde o más temprano. Los aficionados cadistas pidieron cabezas y, en vez de descabezar la entidad, los mandos entregarán la de Sergio, al que corearon su renuncia. La dirección peina el mercado de un busca de un técnico que dirija ya en Vitoria contra el Alavés, pero si las negociaciones no fructifican será inmediatamente después. 

MAL RECORRIDO TRAS SALIR DE GRANADA

Es en esta quiniela en donde emerge el nombre de Diego Martínez. El entrenador gallego, responsable de comandar al Granada a disputar competición europea, es uno de los mejor situados para asumir el timón del Cádiz. Aunque su valía está más que contrastada, sus últimas experiencias no han ido tan bien como cabría esperar. El año pasado dirigió a un Espanyol que confió en él para aspirar a algo más que la salvación, pero los blanquiazulez despidieron al de Vigo en la jornada 31, cuando la permanencia todavía estaba al alcance. Luis García no mejoró a Martínez, que se fue a pesar del respaldo de la plantilla y de parte de la grada. 

Esta temporada arrancó el curso en Grecia, al frente de un gigante como el Olympiacos. Con los helenos vivió su primera experiencia en el extranjero, tan amarga como la anterior al no ser quien de cumplir los objetivos europeos. Su fiasco en competiciones internacionales motivó su salida antes de Navidad y la llegada de Carvalhal, un viejo conocido de la afición olívica. 

Ahora podría regresar a La Liga y a Andalucía, donde muchos guardan un grato recuerdo del preparador, que se fogueó en las divisiones inferiores del Sevilla antes de dar el salto a la élite. En busca de un nuevo reto, el de reanimar al Cádiz parece una empresa mayúscula, pero para la que el gallego ya se ha postulado, decidido a obrar otro milagro.