El partidazo de Gabri Veiga dispara su cotización justo cuando el Madrid hace hueco en la plantilla

La temporada de Gabri Veiga había ido de más a menos, pero su última actuación con el Celta de Vigo lo devolvió a la cima. Un arranque espectacular de temporada y un muy buen inicio de 2023 pusieron su nombre en lo alto de la lista de deseos de media Europa, que suspira por la imaginación con la que el de O Porriño dibuja el juego y la contundencia con la que termina las jugadas llegando desde segunda línea. La Liga, la Premier League y hasta la Bundesliga sondean a la última perla salida de A Madroa, que en su último servicio como celeste dejó una clase magistral de todo lo que es capaz de ofrecer. 

Ayer Veiga hizo de Aspas, de Mostovoi y de Pahiño. El canterano se puso la camiseta celeste y la capa de superhéroe para salvar a su Celta de las llamas de la Segunda División, a la que parecían avocados después de un desastroso final de temporada, coincidiendo con los bajones de rendimiento del '10' celtiña y del propio '24', que ayer se resarció con una tarde memorable ante el campeón de liga.

NO FUE UN DOMINGO CULAQUIERA

Veiga lo intentó primero con tiros lejanos, pero no logró sorprender a Ter Stegen, que nada pudo hacer contra la embestida del centrocampista gallego. El meta alemán se quedó con la miel en los labios de establecerse como el cancerbero con más porterías a cero en un mismo campeonato, porque ahí estaba Veiga para romper cinturas con una cabalgada más propia de un búfalo que de un mediocentro para superar al guardameta culé con un disparo raso y seco a la cepa del poste. 

Con el 1-0 Veiga rompió en lágrimas, como medio estadio. El otro medio se unió al llanto de júbilo en el segundo tiempo, cuando el pequeño Gabriel, que no hace tanto penaba en la tercera categoría del fútbol nacional, conectó desde la esquina derecha del área gran un centro chut con toda la intención de sorprender al portero rival, llevando la incredulidad a la platea, que se frotaba los ojos ante el golazo que se acababa de sacar de la chistera.

Ansu Fati recortó distancias con un cabezazo, pero la noche era de Veiga, que reafirmó su amor por los colores besando el escudo cuantas veces pudo. Ovacionado, la última gran promesa celtiña abandonó la cancha recibiendo todo el cariño de la parroquia viguesa, que lo despidió con todos los honores en un domingo que sonaba a adiós.

MADRID Y BARÇA A LA ESPERA

La actuación de Veiga ante el Barça coincide en un momento en el que desde Chamartín buscan acometer una reforma en profundidad de la plantilla del Real Madrid. Asensio y Mariano no prorrogarán su vinculación con el club y Karim Benzema anunció que se marcha a Arabia Saudí, seducido por un proyecto megamillonario. Al tiempo, Eden Hazard y el club blanco separan sus caminos de mutuo acuerdo, mientras la continuidad de jugadores como Nacho o Ceballos sigue en el aire.

En este escenario, los madridistas disponen ahora mismo de un gran margen de maniobra al liberar una importantísima cantidad de masa salarial. Florentino Pérez parece decidido a poner patas arriba el mercado una vez más y Gabri Veiga ya ha sido monitorizado desde la capital de España. Es cierto que Jude Bellingham es la prioridad en estos momentos además del fichaje de un nueve de garantías capaz de suplir a KB9, pero la cláusula de Veiga, entre los 30 y los 40 millones, resulta una gran oportunidad de mercado.

El Barça también se mantiene a la expectativa, aunque su llegada al equipo de Xavi es, si cabe, más remota ahora que se han decidido a traer de vuelta a Leo Messi, una operación igual de difícil para un club sumido en una profunda crisis económica. 

FUTURO EN LA PREMIER

Menos dificultades tendrían Bayern de Munich, que ya preguntó por el centrocampista, o Newcastle, equipo que en los últimos días parecía el mejor posicionado para abordar la contratación del porriñés. Su salto a la Premier League parece el paso más evidente, tanto por su estilo -centrocampista con toque y llegada, pudiendo hacer las funciones de 'box to box'- como por el músculo económico de la liga inglesa, que quiere atraer a todos los grandes talentos del planeta. Además, 'las urracas' se han clasificado para la Champions League y su proyecto está al alza, por lo que su desembarco en St. James Park sería un gran salto en la carrera del gallego.

En cualquier caso, Veiga tiene por delante muchos meses para decantarse por una u otra opción entre las decenas de propuestas que seguro llegarán a su correo. Ahora bien merece unas vacaciones que le permitan resetear y digerir todo lo vivido en una campaña de consagración e infarto. La temporada 22/23, la que vio florecer a Gabri Veiga.