Nuno Pico (Grande Amore) presenta 'III': "Que nos digan ruidosos no nos molesta; la impureza me fascina"
Nuno García Pico (Frexulfe, O Valadouro, 1995) es el vocalista de Grande Amore. Con mariagrep y Clara Redondo forma una de las bandas más indefinibles y con más proyección de la escena gallega. Con motivo de la publicación de 'III', su último álbum, el artista atiende a Galiciapress para charlar sobre el proceso creativo, la mala suerte que parece acompañar a la formación compensada con golpes inesperados de fortuna, de la buena salud de la escena gallega y de la energía de sus directos que consiguen llevar a este disco.
Al revés de lo que cabría esperar por su estilo sobre el escenario, Nuno Pico se presenta sin estridencias y sin hacer ruido. Sin conocerlo pocos dirían que detrás de esa sonrisa y de la barba recortada está uno de los mayores agitadores de la escena gallega y nacional. Al vocalista de Grande Amore, uno de los grupos revolucionarios de Galicia, solo lo delatan su chupa de cuero y la camiseta de la película ‘Dawn of the Dead’, indumentaria que nos indica de que estamos ante el rockero corresponsable de ‘III’, el último trabajo de la banda. Este ‘III’ es un homenaje a sus admirados Led Zeppelin en el nombre y una forma de cerrar el círculo tras sus dos primeros trabajos, pero el cantante asume “que la gente lo va a llamar como quiera”, pues en el momento en que sale a la luz y llega al público un trocito deja de pertenecerle a él y pasa a formar parte de los oyentes.
EL DISCO QUE ES Y EL QUE PUDO SER
Con el disco ya en la calle, Nuno diferencia a este LP de los anteriores porque en este trabajo “la guitarra es protagonista, tiene más presencia que nunca”. “Era lo que buscábamos, reflejar en una grabación lo que sale en nuestros directos desde que se incorporó Clara al grupo, porque originalmente tirábamos por la distorsión, el ruido, porque como guitarristas podemos ser limitados, pero lo bueno del ruido es que no solo disimula esas imperfecciones, sino que las potencia para bien”, reflexiona el vocalista, considerando que no podrían tocar “como Paco de Lucía”, aunque tampoco lo pretenden como se puede ver en el resultado final de este nuevo trabajo.
La clave para que el disco sea como es está al otro lado del estudio de grabación. En la pecera, con Jacobo Naya, fue donde surgió la magia por “el trabajo de producción tan bueno de Jaco, que tiene una sensibilidad capaz de captar lo que queremos transmitir y darle una vuelta para dejarlo pulido con una dedicación profesional increíble”. Tan superlativo fue su trabajo que ahora tienen que hacer deberes y ensayar algunos temas para dejarlos a la altura de la pátina que le imprimió el productor en “una versión muy mejorada de lo que aspirábamos”.
En la ingeniería de sonido y la mezcla estuvo Carles Campi, pero no todo el mundo sabe que iba a ser el legendario Steve Albini el que jugase un papel en este ‘III’ de Grande Amore. Solo la muerte apartó a Nuno de ese sueño, uno de tantos que se le escapan a la banda por una especie de mal de ojo del que no se sacuden pues “las cosas que buscamos de manera activa no suceden, pero nos ocurren otras aleatorias que no esperamos”.
“Sabía que La M.O.D.A. -de la que Jacobo Naya fue integrante- había grabado con Albini. Le pregunté por su experiencia, por curiosidad y como fan de Shellac (la banda de Albini). No sabía que de ahí nos iban a proponer ir a Chicago a mezclarlo en su estudio”, recuerda el vocalista.
Sería ver cristalizada una de esas ilusiones fugaces que compartió tantas veces en el local de ensayo con sus colegas. “Hablábamos de lo guay que sería. Pero es una cosa que dices con 20 años como decimos que molaría que entrase alguien con un cheque en blanco. No ocurren esas cosas”, acepta. Sin embargo, de esa fantasía salió un correo y una proposición. “Pensábamos que no iba a decir que sí. Tenía fama de que era muy taxativo: si le interesaba iba a tope contigo y te daba facilidades; si no, nada”. Pero Albini debió de ver algo en este tridente gallego y les abrió la puerta, aunque tristemente un ataque al corazón hizo añicos ese cuento de hadas.
Para Nuno, que toma las cosas tal y como vienen, lo mejor es no darle muchas vueltas. “Campi hizo un trabajo brutal. No me imagino un resultado distinto. Hasta pienso que menos mal que lo hizo él, porque sin su mano hubiese salido otra cosa”, razona, puntualizando que “el cerebro nunca deja de imaginar todos los escenarios posibles”.
FASCINADOS POR LA “IMPUREZA”
Pero el universo en el que nos encontramos es este en el que el público encuentra en ‘III’ un sonido que recuerda a Grande Amore, que identificas con Grande Amore pero que, irónicamente, es diferente a lo anterior, tal vez por todo ese peso que gana el rock puro con el dominio de las guitarras sobre otros arreglos. “Queríamos despegarnos de ese sonido propio que nos pueda acompañar. No por nada, sino porque Grande Amore empezó siendo un proyecto de electrónica de manera circunstancial, no una obra dedicada a ese género”, explica Nuno, enfatizando de manera casi reverencial la admiración que le despierta los “verdaderos eruditos y entendidos de electrónica”, cuando él dice ser poco más que un fan al que le gusta trastear con los ritmos.
De esa inquietud y el querer probar algo nuevo por su cuenta nació el germen de Grande Amore que ahora solo se puede entender con las incorporaciones de mariagrep y Clara Redondo a lo largo de este recorrido de más de un lustro. Sobre el escenario, de la imagen de una especie de hombre orquesta capaz de llegar a todos los rincones de los primeros directos con “sonidos punkis, acelerados”, se saltó a una formación en la que María se encargaba de la parte electrónica a un trío con Clara rasgando las cuerdas de su guitarra.
“Es otra de esas cosas que aparecen. Empecé solo con el sampler y al principio podría impactar. Pero sorprende la primera vez, luego ya es difícil tanto para ti como para el público. Conocía a María de su trabajo con Cool Nenas y le propuse delegar esa parte. Después de 50 conciertos pensamos en meter más gente y se lo dijimos a Clara, a la que conocíamos muy por riba. Ni éramos un grupo de amigos que formó una banda ni es un caso de músicos contratados, es algo que surge y nos fuimos haciendo muy amigos y, casualmente, hay una química entre nosotros que es lo más especial que tenemos porque es difícil encontrar a dos personas que se involucren tanto en este proyecto siendo como soy una persona tan neurótica con la música, porque le doy vueltas a todo cuanto hago”, relata.
De esa ruidosa trinidad sale lo que conocemos hoy como Grande Amore, que no descree esa etiqueta de “ruido” que siempre sigue a su nombre, llegando a abanderar el mismo término que los reivindica como un grupo arriesgado y sin complejos. “Para nada nos molesta y es una acepción positiva. Siempre me gustaron grupos como Sonic Youth o Spacemen 3, con esa impureza que me fascinaba, algo que me provocaba una pulsión especial”, reivindica, conectado a su vez con “grupos más viscerales, New York Dolls, Ramones, Misftis…reflejan un caos que siempre me gustó mucho”.
De esa querencia por el noise rock sale la propia descripción que hacen desde el sello Ernie Records, donde recalcan que son “los más ruidosos”. “Noto que de un tiempo a esta parte hay una evolución en la calidad de sonido, incluso en la que se puede conseguir desde la casa de uno mismo con muchachillos que hacen cosas que me vuelan la cabeza de lo bien que suenan. Pero hay una tendencia a la pulcritud, pues cada generación busca un estilo, por la que me apena que se pierda esa parte incorrecta”, considera.
GRABAR CON NACHO VEGAS Y DAVID RUIZ
No obstante, en medio de ese torbellino hay momentos que descubren maravillas como ‘Ti máis eu’, un tema breve pero de una gran emoción contenida junto a Nacho Vegas, una unión que no parece lógica con el universo de Grande Amore pero que empasta a las mil maravillas. “Queríamos una armonía sesentera, romántica, solo con la guitarra y las voces, una especie de balada nuestra… Nos parecía interesante”, detalla sobre ese proceso de composición al que se terminó sumando Nacho Vegas prácticamente por ciencia infusa.
“La pareja de Jaco había trabajado con Nacho. Escuchó lo que teníamos grabado y pensó que en ese tema iría bien su voz. La canción era solo un esbozo y nos dijo de mandarle una propuesta a Nacho. Solo puse dos condiciones: que se lo dijese ella y que cuando nos rechazase me mintiese para no ponerme triste”, cuenta Nuno con gracia. Pero Nacho no dijo que no y se sumó a esta aventura de manera muy proactiva.
De esa experiencia destaca la humildad de Nacho Vegas, “un tío con una carrera enorme y muy consagrado”. “No quería que fuese un compromiso, pero llegó muy implicado, tradujo la mitad de la letra al asturianu. Choca ver que alguien así te diga ‘si no os importa, yo he pensado que…’ ¡Eres Nacho Vegas! ¡Haz lo que quieras!”, dice todavía sorprendido por lo vivido.
También junto a David Ruiz, cantante de La M.O.D.A., nace un tema especial, si bien en esta ocasión fue el propio Nuno el que habló con el burgalés, con el que mantiene una buena amistad después de coincidir en varios festivales, para esta colaboración en ‘Se te volvo a ver’. Con los castellanoleoneses preparando un nuevo disco, alguno puede esperar que Grande Amore aparezca por esas tierras. “¡Molaba!”, dice sin vacilar, pero sin dar muchas pistas sobre si hay planes de futuro en este sentido. “Tanto con David como con Nacho fue superfácil trabajar. Tan fácil que me queda la sensación de si realmente pasó o si fueron sus imitadores”, medita.
Los once temas componen una historia que se cuenta en la misma estética del LP, pues la portada es la casa en la que se crío en Frexulfe, O Valadouro, mientras que la portada es el camposanto de la parroquia, un recorrido entre la vida y la muerte que homenajea a su vez a Black Sabbath pero también a su familia con ese recorrido interior por la vivienda que nos sumerge en el archivo atávico de Nuno, que enfila ya la treintena y comienza a hacer un repaso de lo vivido hasta ahora aunque sea de manera inconsciente.
Entre los éxitos conquistados hasta ahora están todos los amigos que se ha encontrado en el camino, como ocurre en Arzúa, municipio con el que tiene una vinculación especial y que forma parte del disco con ‘Vou pa Arzúa’. Una llamada a la población llenó el Pedrito de figurantes para la grabación de su último videoclip, que verá pronto la luz. “Hubo suerte porque llegó la cantidad perfecta de vecinos para poder grabar”, estima.
PEGADA FUERA DE GALICIA
Tras la filmación el fin de semana pasada llega un tour que llevará a Grande Amore hasta Ourense y Lugo este fin de semana, pero las siguientes fechas en primavera son en Murcia, Alicante, Madrid, Zamora u Oviedo, lo que habla y muy bien de la buena acogida de Grande Amore en todo el territorio.
“Tenemos mucha suerte. Por un lado en Galicia tocamos muchísimo, pero el proyecto funcionó muy bien fuera de Galicia. Si siguiésemos tocando en tantísimas fechas como al principio tendríamos a la gente aburrida. Es algo difícil de explicar o de entender, pero nos sentimos muy afortunados y queremos aguantarlo cuanto podamos”, celebra Nuno.
Tiene sentido que Grande Amore traspase fronteras pues sus directos son toda una experiencia donde su energía se traslada al público, que juega un papel muy importante en el desarrollo de la actuación. De esta forma, sin necesidad de entender la letra, la electricidad conquista a cualquier auditorio, lo que explica en cierta medida la cantidad de fechas más allá de Pedrafita.
No cambiará esa conexión con el público en la próxima gira ya que es la manera natural que tienen Nuno, María y Clara de entender su arte. “En nuestro caso es inevitable. Sí que intentamos hacerlo menos performático y más musical. Pero algo en nuestra energía depende mucho del público. Yo admiro a esos grupos que tocan, sin importar el sitio ni el ambiente, y mantienen el nivel de euforia de principio a fin. Su entrega no depende de la gente y eso me provoca cierta envidia, porque en nuestro caso es al contrario, dependemos mucho de los espectadores”, disecciona el de O Valadouro.
Esa tesis empata con una frase que se ha convertido en el leitmotiv de la banda, que es “nuestro instrumento es nuestra actitud”, siendo conscientes los tres de ese peso y de la importancia de tirar unos de otros, algo que ocurre en el conjunto de la escena gallega, donde en esta nueva ola de artistas parece que existe un clima ideal para la aparición de bandas que apuestan por la lengua gallega como canal para expresarse.
“Mucha gente nos escucha por afinidad, otra por las letras y por compromiso con la lengua. Tenemos que ser conscientes de que es así y que no se trata de que en esta generación seamos los elegidos, pero sí hay más demanda de música en gallego y se ha puesto en valor esta corriente porque el público pone mucho de su parte”, medita Nuno.
En esa línea, cree que ahora es “un momento dulce” pero que la historia es “pendular” y que antes era mucho más complicado, con el ejemplo de bandas icónicas como Terbutalina, Ataque Escampe o Sés que, como dice Nuno, “sacharon moito” para abrir camino. Aquí seguramente confluyen varios elementos, como el hecho de que ahora existen más plataformas que permiten catapultar a los nuevos artistas que ya no tienen que estar sostenidos por un sello o el hecho de que se superó la etiqueta de relacionar la música del país con el folclore o un punto cultureta.
A juicio de Nuno son muchas cosas y merece un estudio mucho más mesado, pero cree que esa reflexión “deberá llegar dentro de quince años, cuando podamos verlo con más perspectiva”. “Vemos a OsResentidos como algo desfasado solo por una cuestión de tiempo, porque siguen siendo muy actuales. Por lo mismo, hay una gran reivindicación identitaria en la mezcla del tradi con la electrónica y sigue existiendo la música combativa. Había festivales donde el único grupo en gallego era NAO, y de no ser por ellos…”, enumera, entre todos los elementos que hay que tener en cuenta.
“HAY UN ECLECTICISMO QUE ME CUESTA VER FUERA”
En lo que sí coincide es en algo que destacaron artistas como Catuxa Salom, The Rapants, Mondra o Fillas de Cassandra conversando con este diario: el buen rollo existente en toda la escena gallega. “Yo es que no conozco otra cosa”, reconoce, “pero somos proyectos todos muy diferentes, hay un eclecticismo que me cuesta ver fuera”. “Tal vez haya menos nicho que en otras partes, pero hay una gran sensación de pertenencia”, considera.
Esa buena relación se puede comprobar en todos los festivales de Galicia donde se dan cita los grupos consagrados y emergentes. Para verano podemos esperar alguna novedad de Grande Amore en forma de concierto, que ya se ha fijado una meta para el 31 de octubre en la Sala Capitol en el que será un concierto muy especial con más de una sorpresa.
“Descansar no vamos a poder descansar mucho. Hay muchas fechas por delante y en abril vamos a ir por primera vez a Portugal. Algunos festivales de verano están anunciados, otros se anunciarán…nuestra forma de vida es tocar, nos gusta, y agradecemos que podamos seguir en esa dinámica. No quiero hacer predicciones de futuro porque cuando pienso que hay un mes con descansos luego no. Hay que aprovechar esa dinámica mientras se pueda”, zanja Nuno. Pues que la rueda siga girando con este ‘III’, porque eso dará pie al ‘IV’, al ‘V’, al ‘VI’ y a todos los números romanos con los que siga sumando música con la que hacer mucho ruido Grande Amore.
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