Expulsan a los últimos okupas del narcopiso desalojado a las bravas por los vecinos de Monte Alto

Lo que empezó como una cacerolada cristalizó en cuestión de minutos en una rebelión de los vecinos del barrio coruñés de Monte Alto contra los okupas y el problema de inseguridad y violencia que sufren desde que se han instalado una serie de narcopisos en la zona. Ante la falta de soluciones por parte de las autoridades y administraciones, los vecinos del barrio herculino decidieron tomarse la justicia por su mano y, por la fuerza, decidieron expulsar a los okupas de uno de estos inmuebles, donde el ir y venir de drogodependientes es una constante y está causando desde hace meses un gran perjuicio a vecinos y comerciantes.

TAPIADO

Después de cercar ayer por la tarde la vivienda y llegar a enfrentarse con los okupas -lanzamiento de objetos, derribo de una puerta, amenazas...-, los agentes de la Policía Nacional tuvieron montar un dispositivo en la calle para evitar que escalase más la tensión. Pese al cordón policial, los vecinos seguían exigiendo la expulsión de los okupas, que accedieron a salir a cuentagotas, los últimos esta misma mañana, momento en el que las fuerzas del orden procedieron a tapiar el inmueble. 

Desde la Policía Nacional sostienen que ya no queda nadie en el interior del narcopiso después de horas de presiones. Ahora la infraestructura está custodiada y las patrullas vigilan que no vuelvan a okupar el edificio en cuestión 

Los vecinos acusan a los okupas de ser los responsables de la ola de robos que sufren en el barrio desde hace meses, lo que motivó la protesta de ayer que derivó en esta refriega contra los que tachan de "delincuentes" que se encontraban en el nº5 de la Calle Washington. Algunos apuntan a que hay, al menos, otros tres narcopisos localizados en el entorno de Monte Alto, donde el tráfico de drogas se ha convertido en un problema crónico en esta zona de la ciudad.   

"SERENIDAD Y CALMA"

Por su parte, desde el Concello da Coruña, la alcaldesa, Inés Rey, recuerda que el gobierno local carece de "competencias" en este sentido, por lo que deja la pelota en el tejado de la Subdelegación del Gobierno, que mantiene un "trabajo conjunto" con la Policía Nacional.
 

"Hay que dejar trabajar a las Fuerzas de Seguridad", insta Rey, que pide "serenidad y calma" e insiste en que la prioridad siguen siendo "los intereses de los barrios y de los vecinos". María Rivas, subdelegada del gobierno en A Coruña, subraya que ya se está actuando en el inmueble y pide a los vecinos que hagan uso de los "canales de comunicación" abiertos para tratar de atajar la inseguridad en el barrio. 

"Soy consciente de que, a veces, no se ve el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad", lamenta Rivas, al tiempo que argumenta que la actuación de aborda "desde diferentes frentes" para tratar de garantizar la seguridad de los coruñeses.