Un incendio intentó ocultar el homicidio del muerto encontrado en Toques, determinan los peritos

Los resultados de los forenses no dejan lugar a dudas de que fueron los golpes en cráneo y esternón los que acabaron con la vida del hombre, hecho por el que se investiga a dos hermanos. 

"Las lesiones que presentaba el cuerpo no eran compatibles con la muerte accidental", señalaron durante el juicio a los acusados, donde también agregaron que la víctima "no respiró en el interior del incendio".

Los dos médicos forenses que elaboraron el informe pericial de un cadáver aparecido en un incendio en Toques (A Coruña) en marzo de 2019 --hechos por los que están acusados dos hermanos-- han confirmado la "etiología homicida" de su fallecimiento debido a que presentaba múltiples fracturas "con hundimiento" y "no respiró en el interior del incendio".

"Las lesiones que presentaba el cuerpo no eran compatibles con la muerte accidental", han indicado este lunes durante su declaración en el juicio que se celebra, con Tribunal de Jurado, en la Audiencia Provincial de A Coruña.

Los facultativos, en calidad de peritos, han explicado que el cadáver, que estaba "completamente carbonizado", presentaba múltiples fracturas en el cráneo y en el esternón, y algunas de ellas "con hundimiento" lo cual "requiere de alta energía" para producirse.

Respecto al arma que ha causado las fracturas, si bien han señalado que desconocen cual es exactamente, en su conclusión atribuyen los golpes a un "instrumento tipo maza sin filo".

"NO RESPIRÓ EN EL INCENDIO"

Otro de los indicios que apuntan a que la víctima ya había fallecido cuando se inició el incendio, según han relatado los doctores, es que "básicamente no tenía monóxido de carbono" en la tráquea y órganos internos, "ni restos de gasolina en sangre", combustible que si se encontró en la ropa y en el entorno del cadáver. "No respiró en el interior del incendio", han sentenciado.

El relato de los hechos elaborado por el Ministerio Público acusa a los dos hermanos de matar a su vecino con el que tenían mala relación y, posteriormente, quemar su cadáver con la ayuda de un primo.

Fiscalía y la acusación particular consideran a los dos primeros culpables de un delito de homicidio, otro de profanación de cadáver y otro de encubrimiento, lo que suma una petición de penas de 18 años y cinco meses de cárcel. Para el tercero de los procesados, su primo, solicitan seis años de prisión por un delito de profanación de cadáver, otro de daños y un delito de encubrimiento.