Los comerciantes vigueses se unen contra el proyecto de Porto Cabral

Proyección del futuro centro comercial

Más de 1.200 comerciantes de Vigo y los ayuntamientos limítrofes se han unido bajo la Plataforma ‘Polo comercio local, Non a Porto Cabral’. El proyecto de Porto Cabral pretende la construcción en Vigo de uno de los mayores centros comerciales de Europa, promovido por el fondo de inversión luxemburgués ‘Eurofund Investments’. Desde la plataforma estiman que la creación de este complejo supondrá la pérdida de 6.000 puestos de empleo, por lo que califican el proyecto de un “golpe mortal al comercio local”.

La creación del macrocentro comercial afectaría no solo a la ciudad de Vigo, sino que repercutiría negativamente en otros comercios de localidades como Baiona, Mos, Moaña o Nigrán entre otros. Desde la plataforma advierten de las promesas imposibles del grupo inversor, que aseguran la creación de miles de empleos y un importante empuje a la economía de Vigo. Los comerciantes que firman el manifiesto contra la creación del complejo en Porto Cabral comprenden el 80% del sector afectado, además de otros empleos indirectamente afectados.

La plataforma reivindica que desde el grupo inversor han manipulado datos sobre la creación de empleo, el crecimiento de la riqueza en la zona o la sostenibilidad medioambiental. Además, advierten que el traslado de las opciones de ocio fuera del centro urbano afectará a la vida en Vigo, asegurando que pondrá en peligro “la seguridad vecinal y convertirá Vigo en una ciudad más peligrosa”.

En cuanto a los costes de la construcción del centro comercial, supondría la destrucción de 600.000 m2 de monte y pondría suponer la destrucción de 70 viviendas, afectado a 200 personas residentes en la parroquia de Cabral. La contaminación, motivada por el uso de vehículos para llegar hasta el complejo y el consumo de energía del mismo, es otro de los puntos en los que hace hincapié el comunicado de la plataforma.

Desde la plataforma solicitan a la Xunta de Galicia, al Ayuntamiento de Vigo y a los ayuntamientos colindantes que no apoyen a la iniciativa de un grupo inversor extranjero del que dudan por el desconocimiento de su plan económico a largo plazo, los empleos que ofertan y sus condiciones laborales o a donde van a ir los beneficios generados por el centro comercial.