El tiempo concede al menos dos días de respiro para poder luchar contra el fuego
Vuelve la lluvia, amaina el viento y descienden los termómetros. Se teme que lluvias fuertes en otoño provoquen un desastre ambiental.
Las precipitaciones, el descenso térmico y los vientos amainando contribuirán a facilitar las tareas de extinción de los numerosos fuegos activos en el noroeste, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
La portavoz de la AEMET, Ana Casals, prevé que caigan más de 10 litros por metro cuadrado en "toda" Galicia, en Portugal, en León, Zamora, en el oeste de Salamanca, en el norte de Cáceres y en el sur de Badajoz. De hecho, en la sierra de Cáceres, suroeste de Galicia y los montes del este de Galicia que lindan con Zamora se superarán los 10 litros por metro cuadrado.
Así, las precipitaciones serán localmente fuertes y persistentes en Galicia a partir de hoy, y aumentando hasta el miércoles. Al mismo tiempo, ha adelantado que las temperaturas bajarán "notablemente" estos dos días. Así, ha dicho que este lunes han descendido en Galicia, sobre todo en el sur y en el oeste y en Asturias, de 8 a 10 grados centígrados.
Finalmente ha dicho que los vientos irán amainando en los próximos días en toda España menos en los sistemas montañosos donde el miércoles podrán registrarse vientos fuertes.
LLUVIAS SOBRE EL TERRENO QUEMADO
La caída de lluvias torrenciales sobre los terrenos que han ardido en las últimas horas generaría "uno de los peores escenarios posibles", por su efecto en rías y embalses, según advierte el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural, Serafín González, en declaraciones a Europa Press.
Por un lado, el arrastre de cenizas sobre los embalses, a corto plazo, afecta a la vida acuática y a organismos marinos, explica este científico e investigador del CSIC.
La presencia de sustancias tóxicas en cantidades demasiado elevadas, según añade, puede influir en el consumo humano en el caso de aquellos embalses destinados al abastecimiento, y también encarecer la depuración.
A mayores, alerta de que a medio plazo "se agravan los efectos de la sequía", ya que los fuegos recurrentes restan a los suelos capacidad para almacenar agua.
MARISQUEO
Por otro lado, mariscadores y también la flota temen las consecuencias del arrastre de cenizas a la ría, cuestión que afecta fundamentalmente al sur de la provincia de Pontevedra.
El presidente de la federación de cofradías de Pontevedra, José Antonio Gómez, comenta que en la zona de Baiona existen bancos de extracción de diferentes especies, como almejas y navajas, tanto a pie como a flote. "Si vienen muchas lluvias y arrastran mucha ceniza, van a ser afectados", constata.
Una de las técnicas que "ayuda a amortiguar el efecto" de este arrastre de cenizas es la colocación de paja sobre los terrenos quemados --'mulching'--, pero "si las lluvias son muy fuertes" y cercanas en el tiempo, no habrá "tiempo para que sujete", expone Gómez.
A su juicio, como para Serafín González, "la clave es que no vengan lluvias torrenciales, porque, al estar todo tan seco", las consecuencias se agravarían.
PERIODO DE CAZA
Por otra parte, en cuanto a la fauna que no haya muerto en los incendios, González comenta que "se ha visto desplazada" y tendrá que buscar refugio "temporal" en otras áreas.
Por eso, propone que no se abra la temporada de caza en 'tecores' en los que haya ardido una superficie elevada o con terrenos quemados cercanos.
De igual manera, el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural entiende que habría que plantearse medidas en lo que tiene que ver con la temporada fluvial.
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