Estafa 2.000 euros a una anciana de Poio haciéndose pasar por un sobrino de EEUU

Agentes de la Guardia Civil investigan un timo telefónico que sufrió una mujer de 90 años de la localidad pontevedresa de Poio, a la que llamó una persona haciéndose pasar por un sobrino que tiene en el extranjero para pedirle que enviase urgentemente 2.000 euros, hechos por los que ya se encuentra como investigado un taxista que se quedó con parte del dinero.

Según ha informado el Instituto Armado, la pasada semana, la mujer recibió una llamada de una persona que se hacía pasar por un sobrino de ella que vive en Estados Unidos, quien le pidió 2.000 euros alegando que tenía que pagar una multa en el aeropuerto de Barajas para poder entrar en España e ir a visitarla.

El timador consiguió convencerla para que le enviase el dinero, con lo que el hombre pidió un taxi, que se personó en el domicilio de la mujer para recoger el sobre con el dinero. A continuación, el taxista siguió las instrucciones telefónicas del supuesto 'sobrino' y se desplazó hasta Sanxenxo, donde se suponía que una tercera persona iba a recoger el dinero.

No obstante, de camino el taxista recibió otra llamada informándole de que la persona que iba a recoger el dinero había sufrido un percance y no podía acudir a la cita, ante lo que le pidió que acudiese a una empresa de transferencia de dinero e ingresase 1.000 y 500 euros a nombre de sendas mujeres residentes en México.

Además, el interlocutor le dijo al taxista que se quedase con el dinero restante --unos 200 euros, una vez deducidos los gastos de los envíos--, y que lo fuese a recoger al aeropuerto de Peinador al día siguiente, lo que no se llegó a producir.

Al existir indicios de que el taxista supuestamente terminó siendo consciente de la estafa, la Guardia Civil le investiga por haberse quedado con 200 euros del total. Asimismo, la investigación continúa abierta para el total esclarecimiento de los hechos.

CONSEJOS

Ante "la proliferación de las denominadas estafas de emergencias de familia", la Guardia Civil recomienda resistir la presión de actuar inmediatamente, y verificar la identidad de la persona que llama haciendo preguntas que un desconocido no sabría contestar.

Igualmente, aconseja que se compruebe la veracidad de la historia con otra persona del entorno familiar --aunque le hayan dicho que guarde el secreto--, y que ponga el hecho en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.