El Celta arranca en el último suspiro la cuarta victoria del 2017
(1-0). El Alavés, nueva víctima del conjunto celeste, se quedó con diez tras el descanso y no aguantaron los embistes del Celta.
Radoja y Fontás celebran el gol. //Foto. RC Celta
Inmejorable inicio de año para el Celta. Los vigueses acumulan un pleno de victorias en lo que va de año, cuatro en 15 días. Este domingo, en Vigo, consiguieron la recompensa en el último minuto, tras insistir sobre un Alavés diezmado por una expulsión tras el descanso.
La intensidad de los vitorianos no dejó a los de Berizzo desplegar el juego al que nos tienen acostumbrados. En los primeros compases del partido a ninguno de duraba el balón ni pudo dominar con contundencia, pero las ocasiones de peligro las puso el Celta, sobre todo conforme avanzaron los minutos. Sobre todo Aspas, Bongonda y Wass pusieron las cosas difíciles al Alavés.
Una expulsión tras el descanso parecía que podía cambiar el guión del encuentro, pero la férrea zaga de los vitorianos consiguó frenar el peligro celeste. Incluso se mostró peligroso a la contra y a balón parado, en inferioridad.
Al final, literalmente, la insistencia del Celta consiguió el premio. Radoja se estrenó como goleador en el mejor momento para sumar tres puntos que saben a gloria en Balaídos. Los celestes se colocan octavos a un solo punto del Athletic, superando a Las Palmas. Una inercia perfecta para intentar dar la sorpresa frente al Real Madrid en Copa.
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