Diana López-Pinel, a su hija: "Mamá te ama, te espera y te busca"
La madre de la joven desaparecida en A Pobra pide a quien viese a Diana subirse a un coche esa noche, que lo cuente.
La madre de Diana Quer, la joven desaparecida hace prácticamente un mes en A Pobra do Caramiñal, ha hecho esta mañana un llamamiento a la colaboración ciudadana para encontrar a su hija. Diana López-Pinel habló con los medios de comunicación a las puertas de su casa para pedir que "nadie tenga miedo a hablar si tiene información" y ha asegurado que "se mantendrá el anonimato".
Las pesquisas de los investigadores apuntan a que la chica se subió a un coche, sobre el que intentan ahora estrechar el cerco. "Ahora mismo es fundamental ese dato, de ese coche, para que la investigación se pueda encausar", sostiene la madre de Diana. Por eso, pide que "cualquier persona que haya podido verla subiéndose a un coche, la gente que tenga una pequeña pista, la aporte".
Así mismo, ha tenido palabras pasa su hija: "Diana, mamá te ama, mamá te espera y mamá te busca y te va a buscar hasta que aparezcas", ha manifestado, con la esperanza de "si me puede ver o si me puede sentir".
También ha aprovechado para solicitar la misma intensidad de búsqueda con otros casos similares, que no haya "desaparecidos de primera y de segunda".
INICIATIVA PROPIA
Diana López-Pinel ha agradecido la presencia de los medios y ha subrayado que se trataba de un "llamamiento muy importante". Fuentes de la investigación consultadas por Europa Press han explicado que se trata de una iniciativa adoptada directamente por ella, sin que se haya cursado una petición por parte de los investigadores para reforzar esta pesquisa.
TELÉFONO
Una de las líneas de investigación ha sido la de seguir la señal del teléfono móvil de Diana Quer para cruzar este rastro con la comprobación de entre al menos 15.000 matrículas de coches que circularon la madrugada de la desaparición por A Pobra do Caramiñal.
Esta criba ha merecido que los investigadores se desplazaran a una zona de Rianxo, a menos de 20 kilómetros de la casa veraniega de la familia de Diana y donde se llevó a cabo sin éxito una batida el 9 de septiembre. A raíz del testimonio de varios testigos, también se ha investigado un coche negro modelo Audi A3.
"ENCALLADA"
La Guardia Civil, que emplea en la actualidad 33 efectivos y ha llegado a movilizar a 103 agentes al considerar de alto riesgo lo sucedido, "sigue en busca de la pista que conduzca a un sospechoso sin descartar ninguna hipótesis", según consta en el balance de situación tras un mes sin rastro de la joven.
En este tiempo, se han realizado más de 200 entrevistas y un centenar de declaraciones, lo que revela la complejidad de un caso en el que la Guardia Civil ha cotejado la información de 15.000 matrículas de vehículos --la mayoría de baja calidad-- y analizado numerosos móviles y repetidores para escudriñar la señal y el tráfico de los terminales, incluyendo el de los padres, Diana López-Pinel y Juan Carlos Quer.
La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Noia y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil --que el 29 de agosto desplazó desde Madrid a un comandante, un capitán, un sargento y cuatro agentes-- vuelven a escudriñar cada detalle en un caso en el que se están empleando todos los recursos. "Todas las desapariciones son diferentes e igualmente importantes para las fuerzas de seguridad y se emplean los medios que cada caso precisa", explican fuentes del Instituto Armado.
La intensidad de la búsqueda se pone de manifiesto con las gestiones de las fuerzas de seguridad: se ha tomado testimonio a los amigos de Diana en A Pobra y en Madrid; a las personas que frecuentaron el bar de este pueblo coruñés donde fue vista la noche que desapareció; se han chequeado hospedajes y recabado testimonios de un sinfín de conductores de taxi, autobuses y trenes; realizado gestiones con talleres mecánicos por si hubiera sufrido un atropello; obtenido imágenes de cámaras de semáforos y carreteras como la AG-11 y la AP-9; controlado embarcaciones de recreo y rastreado puntos de difícil acceso como cuevas y acantilados.
Todas las pesquisas vuelven a estar encima de la mesa de los investigadores por si se hubieran dejado algo en el tintero. Una de esas líneas es la de unos feriantes con acento portugués que llevaron a cabo "acciones impropias" hacia un grupo de chiquillas en A Pobra. Tras tomar declaración a las perjudicadas, la Guardia Civil reconoció fotográficamente y luego interrogó a dos individuos. Igualmente, se localizó a personas con las que trataron estos feriantes, tanto en las fiestas de A Pobra como en las de Noia.
"ME ESTOY ACOJONANDO"
La última vez que se vio a Diana Quer fue la madrugada del 22 de agosto. Su móvil se quedó sin batería pasadas las cuatro de la mañana. La joven veraneaba con su madre y su hermana Valeria en A Proba do Caramiñal, un municipio coruñés que celebraba una verbena veraniega. Días antes había estado con su padre en Ibiza, cumpliendo con el reparto fijado tras el divorcio de Juan Carlos Quer y Diana López Pinel.
El grupo de amigos en este municipio ha confirmado que Diana se despidió de ellos para irse andando a su casa. A las 2.40 horas escribió un mensaje en la aplicación móvil de Whatsaap a un amigo, al que dijo que un "gitano" la estaba increpando, una línea de investigación que entonces se descartó pero que ahora, en la revisión de todas las pesquisas, los investigadores vuelven a retomar.
La señal de su móvil es la clave en la investigación de la Guardia Civil. El rastreo la ubica en un primer momento en su casa a las afueras de A Pobra. Ni la madre --que no salió de la casa durante esa noche-madrugada-- ni su hermana, que dormían en la vivienda, la escucharon. Diana López Pinel aseguró en un principio que su hija mayor no había regresado a casa. Pero el pantalón rosa con el que fue a la verbena demuestra lo contrario: la joven volvió a su habitación, se cambió de ropa, y salió de nuevo a la calle.
Diana Quer abandonó su hogar con escasos veinte euros y con su móvil, que apenas tenía batería y que se apagó en torno a las 4.15 horas. Es aquí cuando se esfuma definitivamente el rastro de la joven, ya que los investigadores únicamente pueden rastrear la señal de un móvil cuando tiene batería, aunque esté apagado.
BATIDA EN RIANXO
La exhaustiva reconstrucción de la Guardia Civil sitúa este móvil por última vez a unos 20 kilómetros de A Pobra, en Rianxo, el lugar donde se llevó a cabo la última batida el 9 de septiembre y a donde se desplazó personalmente el director del Instituto Armado, Arsenio Fernández de Mesa. "Los datos que se van consiguiendo hacen oportuno buscar en esa zona situada al final de la ría de Arousa", dijo.
Un mes después, los investigadores tratan de despejar incógnitas tales como si Diana estuvo en la zona de Rianxo y, de ser así, cómo llegó al lugar. Las matrículas de los coches que circularon por A Pobra la noche de la desaparición se han cotejado con las de coches que cruzaron la frontera en Portugal y Francia.
Este miércoles, Diana López-Pinel ha vuelto a reclamar la colaboración ciudadana en una declaración a los medios desde la puerta de su casa centrándose en la hipótesis de que su hija desapareció tras subirse en un coche. "Hago un llamamiento a quien haya podido verla subirse a un coche", ha dicho antes de dirigirse emocionada a su hija: "Si me puede ver o sentir, Diana, mamá te ama, mamá te espera, y mamá te busca y te va a buscar hasta que aparezcas".
Las fuentes de la investigación consultadas por Europa Press remarcan que se trata de un caso complejo, uno entre los más de ochenta de alto riesgo que investigan las fuerzas de seguridad después de que no quedaran resueltos transcurridas las primeras 48 horas. Este 22 de septiembre se cumple un mes sin rastro de Diana Quer.
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