El corazón de Europa, Bruselas, ha sido objetivo de los asesinos del presunto Estado Islámico. Unas 30 personas muertas y más de doscientas heridas ha sido el resultado de sendos atentados del terrorismo. Es la demostración de la vulnerabilidad de cualquier ciudad europea, incluida Bruselas, el centro neurálgico de la política europea.
Ya hacía tiempo que la amenaza terrorista estaba sobre nuestras cabezas, pero el día a día, afortunadamente, nos ha ido quitando el miedo de esos ataques de los terroristas. Se había bajado la guardia, ¿a todos los niveles?
La detención de Salah Abdeslam, en uno de los barrios más pobres de Bruselas, presagiaba que alguna cosa iba a suceder, aunque la noticia, en principio, era buena. Las consecuencias no se han hecho esperar: triple atentado en la capital belga. La policía de ese país sabía que el huidizo Salab Abdeslam se encontraba en ese barrio donde fue detenido, ¿por qué entonces han tardado tanto en apresarlo? Es la pregunta que se hacen más de uno, la respuesta creo que nunca la sabremos…
El barrio de Molenbeek, pobre, con mucha gente joven en la exclusión, sin trabajo, sin futuro, sin integración en la sociedad belga, hace de la zona un lugar idóneo de captación de voluntades débiles y de sinvergüenzas dispuestos a matar no por una religión, sino por un puñado de euros manchados de sangre.
Un 60% de la población de Molenbeek procede del Rif, población bereber, una zona “deprimida” de Marruecos donde actúan de acuerdo a las reglas del medio ambiente y el corso: código de honor, la regla de las clases y los jefes, el secreto, la ormertá y la venganza. ¿Esta es la explicación de no haber podido detener al asesino Salah Abdeslam?
Algunos hablan de la relación entre terroristas que matan en nombre del islam y el tráfico de hachís de la zona del RIFF, de los que saben mucho las fuerzas de seguridad de Bélgica, Francia y España. 3.000 toneladas de hachís se exporta cada año desde esa zona a Europa. Algunas de esta mercancías son interceptadas por la policía española.
Las élites de los países consideran el hachís una droga blanda y es el precio que hay que pagar por la paz social de la juventud…
¿Es posible la relación entre las redes del hachís del Riff y una parte de los terroristas? Hay estudiosos del tema: cuerpos de seguridad de los países de Francia, Bélgica, España y Marruecos y los distintos gobiernos de Europa, así como Bruselas (Comisión, Parlamento) para que lo averigüen y lo solucionen si es así.
Lo que ha sucedido en Bruselas, las muertes y los heridos de los atentados terroristas no deberían quedar impunes, y hay que exigir a Europa más eficacia para que no vuelva a repetirse más.
La vida de la personas no es moneda de cambio. El terrorismo es una epidemia que hay que atajar social y políticamente, y con las fuerzas de seguridad coordinadas.
No se puede permitir que el miedo nos impida vivir.
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