Quirónsalud recuerda la importancia de proteger nuestra vista en verano, sobre todo a los más pequeños
Los efectos de la luz solar sobre los más pequeños son mucho más peligrosos en comparación con los adultos, ya que los niños y niñas todavía no tienen el ojo bien desarrollado.
Los efectos de la luz solar sobre los más pequeños son mucho más peligrosos en comparación con los adultos, ya que los niños y niñas todavía no tienen el ojo bien desarrollado.
Gafas homologadas y de materiales “resistentes, flexibles, ligeros y seguros” son la indicación que hacen desde Quirónsalud para este verano.
Quién no recuerda aquellos días de verano, corriendo y saltando bajo el sol, en la playa o el campo. El aire libre, el buen tiempo, mañana y tarde jugando… Pero también en estos buenos ratos de descanso hay que ser precavidos, especialmente cuando hablamos de los más pequeños de la casa. Por eso es fundamental protegerlos y protegernos con crema solar, pero también cubrir nuestra vista para evitar los efectos adversos que la alta exposición al sol puede tener en nuestros ojos.
Desde Quirónsalud recuerdan la importancia de contar con gafas de sol para proteger nuestra vista, pero también con gorras, pamelas o viseras, “pues mientras que los sombreros evitan la radiación directa en el ojo, las gafas protegen de la parte de la radiación que se refleja en el suelo, la arena o el agua”, inciden.
PRIMEROS AÑOS DE VIDA DE LA VISTA
“Los rayos infrarrojos y los ultravioletas son muy nocivos para nuestros ojos y su máxima actividad la alcanzan entre las 12 y las 16 horas. Los efectos de los infrarrojos son inmediatos, mientras que los ultravioletas tardan más en hacer su aparición. Ambos provocan daños en la zona externa, en el cristalino y en el fondo de ojo que en la edad adulta pueden manifestarse en forma de cataratas o degeneración de la retina”, sostienen desde la firma.
En ese sentido, antes de los 10 años de edad, “el cristalino apenas filtra los rayos de sol y deja pasar el 75% de los rayos UV”. De igual manera, la pupila también deja pasar con mayor facilidad la luz, mientras que el fondo del ojo adquiere la pigmentación que actuará de pantalla protectora con el paso de los años.
“SUFREN MÁS DAÑO QUE LOS ADULTOS”
“Los ojos de los niños son más sensibles a la radiación ultravioleta y sufren más daño que los de los adultos por lo que es de vital importancia empezar a utilizar gafas de sol lo antes posible. A pesar de que los efectos del sol en la vista no se perciben al instante, tienen un efecto acumulativo que puede llegar a causar daños en el futuro como la aparición precoz de cataratas o provocar daños en la retina”, recuerdan los especialistas de Quirónsalud.
En ese sentido, agregan que no todas las gafas de sol valen para los pequeños, y que hay que tener en cuenta el tamaño de las lentes, que se adapten “al rostro de los niños” y que los materiales sean “resistentes, flexibles, ligeros y seguros”, de forma que sean funcionales por encima del apartado estético.
“Es muy importante que el cristal de las gafas de sol esté homologado y dotado de los filtros adecuados, marca filtro UV, para bloquear la mayor parte de la radiación solar. Las gafas deberán llevar el indicativo CE y la categoría de protección, de 0 a 4, siendo los índices 3 y 4 los indicados cuando hay mucha luz”, subrayan, del mismo modo que reiteran que “una superficie tintada no es sinónimo de garantía de filtro solar” y que las gafas de plástico pueden ser incluso más nocivas.
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