​Usar Whatsapp a los 80, posible para muchos gracias a los talleres en residencias de Vigo y Poio

Voluntarios de Senior de Asesoramiento Empresarial (SECOT Galicia) enseñan a usuarios de geriátricos gallegos el uso de las nuevas tecnologías para que puedan estar más cerca de sus seres queridos.

Los residentes aprender a mandar mensajes y descubren todas las oportunidades que ofrecen buscadores como Google: "Ni somos torpes ni queremos dejar de aprender".

Usuarias de residencias en los talleres de SECOT Galicia

Si le damos a un adolescente un teléfono de disco, ¿sabría usarlo? Y un casete, ¿sabría rebobinarlo? Cada uno es hijo de su tiempo y la tecnología avanza a un ritmo mucho más rápido del que nosotros podemos seguir. Si nos supera a nosotros, evidentemente superará a nuestros mayores, acostumbrados a tecnologías hoy arcaicas y que a muchos nos resultan extrañas. Por eso, para no dejar a nadie atrás, voluntarios de SECOT Galicia, forman en talleres a más de 120 ancianos de residencias y centros sociales de la comunidad.

En su curso ‘Tablets y móviles: ¿les das una oportunidad’, los ponentes acercan a los usuarios de los geriátricos las ventajas de Whatsapp o las videollamadas, para poder estar en contacto con sus familiares y seres queridos y, sobre todo, no perder el contacto visual con ellos, algo capital, especialmente en estos momentos de crisis sanitaria y de distancia social.

MÁS CONECTADOS DE LO QUE PENSAMOS

La experiencia se está desarrollando en las residencias Ballesol de Vigo y Poio. “Permiten a sus residentes participar en la escuela digital en la que aprender desde encender el teléfono móvil, hacer una llamada, utilizar aplicaciones o comunicarse por videoconferencia”, afirman los organizadores.

En este tiempo, los voluntarios han constatado que “más del 90% de las personas mayores de 80 años no han podido enviar correctamente un whatsapp en el último mes”. Al tiempo, el porcentaje de octogenarios que hace uso de videollamadas más de dos veces por semana escala hasta el 60% de los consultados.

“Lo que más les preocupa no es convertirse en mayores digitales o abuelos 2.0, sino perder el contacto afectivo, sobre todo visual, con sus familiares”, indica Ramón Antonio Santorio, presidente de SECOT Galicia y encargado de impartir estos talleres, con una duración de cinco horas en los que derriban muchas barreras.

A LAS CÍES SIN SUBIRSE A UN BARCO

Para los mayores, el uso de las nuevas tecnologías les abre la puerta a mundos inimaginables. Un ejemplo es todo lo que esconde Google, que permitió a Ángeles Filomena, residente en Vigo, viajar a las Cíes sin moverse de su hogar. “¿Cómo es posible que me puedan decir tantas cosas sin casi pensarlas?”, comenta sorprendida.

Para ella, las clases son mucho más que un ancla para seguir conectados a sus familiares y al mundo, sino que también demuestran que “las personas mayores ni somos torpes ni queremos dejar de aprender”.

Usuarias de residencias en los talleres de SECOT Galicia

UN PROYECTO SALUDABLE

Del mismo modo, los profesionales que acompañan a los mayores en su día a día también reivindican este tipo de iniciativas son muy beneficiosas para los mayores:  “A nivel cognitivo esto sirve como una estimulación de las funciones mentales como memoria y atención. Además, permiten trabajar habilidades como el razonamiento, la capacidad de decisión, la inteligencia espacial y funciones ejecutivas. Las nuevas tecnologías son una buena herramienta para frenar o retrasar la aparición de patologías asociadas al deterioro cognitivo”.