¿Gripalizar la covid? 32 gallegos mueren con covid en una semana, 130 son hospitalizados y la transmisión crece
Segundo máximo consecutivo de positivos desde que cambió la forma de contar a finales del mes pasado; segundo máximo absoluto de la tasa de positividad y una cifra de muertes muy considerable, con 8 fallecidos con covid conocidos solo hoy. La última actualización de datos de la covid-19 en Galicia es francamente preocupante.
Segundo máximo consecutivo de positivos desde que cambió la forma de contar a finales del mes pasado; segundo máximo absoluto de la tasa de positividad y una cifra de muertes muy considerable, con 8 fallecidos con covid conocidos solo hoy. La última actualización de datos de la covid-19 en Galicia es francamente preocupante.
Pese a la estrategia de los gobiernos de 'gripalizar' la pandemia, las cifras de fallecidos confirman que aún no es una gripe. En el último mes, han muerto 113 gallegos con covid. Es decir, una media de casi 4 cada día.
Ojo, porque este ritmo de muertes actual, ya considerable, seguirá subiendo al menos otro mes más, a la vista el aumento actual de los contagios. De hecho, vamos camino de pronto estar con las peores cifras de presión hospitalaria de todo el año.
La incidencia acumulada semanal sube 14 puntos hasta 303 positivos por 100.000 habitantes. Recordar que desde el 29 de marzo ni se cuentan los positivos por autotest de antígenos ni se hacen PCR a prácticamente nadie que no sea mayor de 60 con síntomas. Es decir, esos 303 corresponden solo a una parte muy minoritaria de la población.
Aunque, por lo tanto este índice, ya no es tan representantivo por lo tanto para estimar el nivel de transmisión en el conjunto de la sociedad; su evolución sigue siendo válida para estimar el rumbo de la pandemia. La estimación es preocupante. Desde que se acabó el bajón artificial provocado por el cambio de método, la incidencia no ha parado de subir ni un día.
La incidencia acumulada a 14 días también crece, hasta 533 . Sucede lo mismo que con su hermana pequeña, la incidencia semanal. Desde que se extinguió la bajada artificial creada por la distorsión estadística al cambiar el método de contar, extinción del espejismo que llegó anteayer, este índice no ha dejado de empeorar.
El doble de la incidencia a 7 días es mayor que la incidencia a 14 días. La razón de tasas es de 1,14 , por lo tanto en la última semana hubo un 14% de positivos más que en la penúltima. Una cifra peor que la de ayer, que era el 12%. Esta serie, que actúa como una especia de velocímetro de los positivos semanales, tampoco ha dejado de crecer desde que se libró de la artificial distorsión del cambio de forma de contar.
La tasa de positividad ayer fue de un muy alarmante 38,7 % ; aún peor que la de ayer, 37,6%, que ya era la peor de toda la pandemia. La media semanal, que es lo que importa, lógicamente se dispara hasta un nuevo récord absoluto, por encima del 30%.
¿Estos datos altísimos en realidad son alarmantes? No, diría un optimista, porque al hacerle PCR casi unicamente a mayores sospechosos de covid es normal encontrar mucha proporción de positivos. Sí, diría un pesimista, porque aunque no podamos comparar las cifras con las anteriores al cambio de método, sí podemos confiar en su evolución desde entonces y el resultado de la comparación es muy malo. Empezamos la nueva etapa metodológica con una media semanal de positividad del 14% y dos semanas después estamos por encima del 30%. Una explosión de transimibilidad, vaya.
EVOLUCIÓN DE LOS CASOS ACTIVOS
El total de infectados asciende hoy un 7,2%. Es el segundo peor porcentaje del año. Algo ayuda a que la media semanal, que es lo que importa, complete otro paso por el mal camino. El jueves pasado estábamos en -6% y hoy subimos al +1,5%. Extinguida la distorsión estadística que provocó una falsa bajada, el ascenso de casos activos está siendo veloz.
En términos absolutos, los porcentajes de hoy equivalen a un ascenso de + 883 . El total es de casos activos es de 13.007 .
DATOS POR ÁREAS
En la curva de casos activos por distritos sanitarios se aprecia como todos están empeorando en las últimas jornadas.
Las magnitudes absolutas nada tienen que ver con la ola invernal, pero hay que recordar que ahora y desde finales de marzo los casos activos solo se cuentan casi exclusivamente entre los mayores de 60.
A Coruña (270) y Vigo (270) son los distritos que más positivos comunican hoy. A Coruña es el área con más presión hospitalaria, con casi 140 hospitalizados, 6 críticos. Vigo superará pronto también el centenar de hospitalizados.
ANÁLISIS ACTUAL Y EVOLUCIÓN POSIBLE
Con estas estadísticas, la inferencia que se puede realizar es:
- La pandemia está en unos niveles de transmisión muy altos, con una tendencia al alza, con una aceleración de esa alza. Aceleración que, salvo sorpresa, explotará tras Semana Santa, como siempre pasa tras los períodos festivos.
- Un optimista puede alegar que con tanto cambio de método y con tan pocas pruebas los datos de transmisión no son fiables. Los únicos fiables serían los de hospitalización. Si asumimos este postulado, el escenario resultante también es muy negro. Los hospitalizados en planta en Galicia bajan hoy respecto ayer. Con todo, lo significativo es la comparativa respecto al jueves pasado. En una semana, 101 hospitalizados más pese a que también hubo también 32 muertos. Es decir, cada semana los hospitales están recibiendo unos 130 ingresos. A este ritmo, poco después de Semana Santa batiremos el récord de hospitalizados de la ola invernal. Es decir, estaremos en el peor momento de lo que llevamos de 2022.
- ¿Cómo de grave es la situación? Estamos cerca de 600 hospitalizados y aunque la transmisión se parara ahora ya nadie nos libra de llegar a unos 730. Con la Semana Santa de por medio, va ser difícil que no lleguemos a, como mínimo, unos 800 hospitalizados.
- ¿Corre riesgo de colapsar los hospitales? No, al menos no a medio plazo. El SERGAS llegó a lidiar con 1.210 hospitalizados en planta. Así que queda mucho margen antes de que nos pongamos en una situación de riesgo de colapso sanitario. Con eso cuentan las administraciones para insistir en la estrategia de gripalización, que denuncian muchos expertos y que está contribuyendo a la muerte de unos 4 gallegos todos los días.
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