"El feminismo habla de las cosas del comer y hace de España un país mejor”, entrevista a Ángela Rodríguez
En esta entrevista con Galiciapress, la secretaria de estado de Igualdad defiende que el feminismo y la defensa del colectivo LGTBI no es algo cosmético y etéro, sino que combate una discriminación muy material, por ejemplo, en los salarios. La posibilidad de congelar fondos a las autonomías que no promueven la igualdad, la próxima aprobación de la famosa ley del ‘sí es sí’, el endurecimiento de penas para los culpables de violencia sexual usando drogas como la burundanga y el dilema del PP ante las involuciones que le exige Vox son otros de los puntos de esta conversación.
Es un momento difícil para las cabezas visibles de las políticas de igualdad en el Gobierno y en Unidas Podemos. No son pocos los analistas que atribuyen el retroceso electoral morado al protagonismo del feminismo en su discurso.
Una de las caras más visibles de este énfasis es la pontevedresa Ángela Rodriguez. Pam hace una enmienda a la totalidad al argumento de que el feminismo lastra a la izquierda. En esta entrevista con Galiciapress, la secretaria de estado de Igualdad indica que el feminismo y la defensa del colectivo LGTBI no es algo cosmético y etéreo, sino que combate una discriminación muy material, por ejemplo, los salarios.
El empleo más importante de España puede y debe acabar siendo para una mujer, opina Rodríguez. La ex-diputada da su total apoyo a la ferrolana Yolanda Díaz -que no milita en los morados- para liderar las próximas listas estatales y se muestra dispuesta a que Podemos sea flexible para forjar un liderazgo robusto.
La posibilidad de congelar fondos a las autonomías que no promueven la igualdad, la próxima aprobación de la famosa ley del ‘sí es sí’, el endurecimiento de penas para los culpables de violencia sexual usando drogas como la burundanga y el dilema del PP ante las involuciones que le exige Vox son otros de los puntos de esta conversación.
Ángela Rodríguez Pam encabeza la Secretaría de Estado de Igualdad
El Gobierno anunció un plan urgente para combatir la violencia de género contra menores tutelados. En los últimos años varios casos han saltado a la opinión pública en Madrid y Baleares. ¿Qué medidas en concreto incluye el Plan?
Estamos ante una situación estructural, que tiene que ver con que en muchos casos no se aplica la perspectiva de género, en este caso en lo referido a la protección a la infancia. Por lo tanto, en primer lugar debemos ponernos estas ‘gafas moradas’ para mejorar la protección a estos menores.
Por eso estamos trabajando con el Ministerio de Derechos Sociales y las Comunidades Autónomas, que son las que tienen las competencias en última instancia. El objetivo fundamental es que cada persona que trabaje en los sistemas de protección a la infancia tenga formación específica en violencias machistas. Tiene que haber una capacidad extra de detectar esos casos.
En los casos que hemos conocido recientemente las afectadas son niñas …
En el confinamiento todos teníamos claro que las mujeres no debían estar conviviendo con sus maltratadores en casa. Lo mismo sucede con las personas que están en los centros y sufren explotación sexual. Si los sistemas de protección a la infancia están siendo de algún modo el entorno en el que esas niñas acaban siendo explotadas sexualmente, es evidente que tenemos que cambiar los protocolos.
¿Qué hay que cambiar entonces?
En primer lugar, la formación, aprender a detectar mejor estos casos. En segundo lugar, debemos tener protocolos específicos para abordar este tipo de violencia. Esto es lo que estamos tratando con las otras administraciones. En tercer lugar, tiene que haber recursos especializados. No se puede tratar de igual manera a una niña que es víctima que a otra que no lo es. No solo profesionales con formación, necesitamos lugares específicos a los que puedan acudir estas niñas para denunciar las violencias. Probablemente el próximo mes podremos aprobar el plan en la conferencia sectorial conjunta.
Señalaba usted que las competencias finales son de las autonomías. ¿Cuál está siendo su respuesta, teniendo en cuenta que están gobernadas por diferentes partidos y que estos casos se han convertido en un elemento más de la polémica partidaria?
En las reuniones - la verdad probablemente porque no hay cámaras delante- hay un absoluto consenso en que este es un tema en el que hay que trabajar. Muchas veces la política tiene un rostro feo cuando hay medios de comunicación delante, pero nosotros como Ministerio de Igualdad lo que estamos encontrando es disposición a trabajar. Esto probablemente habla muy mal de lo que se hace en las campañas, cuando hay partidos dispuestos a poner en juego los derechos de las mujeres para sacar rédito electoral. Tenemos que reflexionar sobre lo que pasó en las elecciones en Castilla y León y la posición del PP, dispuesto a pactar con Vox, también en Andalucía.
Vox no está escuchando lo que dice la ciudadanía. El PP caería en un error histórico si para seguir en el Gobierno de Castilla y León acepta derogar estas leyes que protegen a las mujeres.
¿Qué le parece que una de las primeras medidas que reclame Vox para negociar con el PP en Castilla y León sea la derogación de la Ley de Violencia de Género?
Me parece terrible. Tenemos que seguir lo que marca Europa, cuando le dice a Polonia y Hungría que no puede disponer de los fondos si no cumplen las garantías para que haya un Estado de Derecho. Estas garantías están siendo puestas en duda en cuestiones como el derecho al aborto o la ausencia absoluta de leyes de violencia de género o incluso la creación de zonas libres de personas LGTBI, como estamos viendo en Polonia. La ciudadanía en este país piensa en general que la violencia de género es un problema y tiene que desaparecer. Vox no está escuchando lo que dice la ciudadanía. El PP caería en un error histórico si para seguir en el Gobierno de Castilla y León acepta derogar estas leyes que protegen a las mujeres. No se puede asumir.
Señalaba la decisión de la UE de congelar transferencias a algunos estados por vulnerar las bases del espíritu europeo de libertad e igualdad. ¿Cree que podría aplicarse algo así entre el Estado y las autonomías en España? ¿Sería factible que el Estado frenase ciertas transferencias a las autonomías si ellas aplican -por ejemplo, por pactos con VOX- políticas que violan la promoción de la igualdad?
Existe la posibilidad de que las autonomías no reciban los fondos si están en contra de ellos. Es una cuestión no muy conocida, pero si hay por ejemplo una Consellería de Familia que en una conferencia sectorial de Igualdad vota en contra de los centros de crisis para atender a todas las víctimas de violencia sexual, esa comunidad no recibiría esos fondos. Por eso es tan terrible que exista la posibilidad de que la extrema derecha acabe gestionando los derechos de las mujeres, porque estamos poniendo en riesgo la vida de esas mujeres. Puede suceder que tengan menos recursos para proteger sus vidas. No estamos hablando de cualquier cosa, estamos hablando de lo más importante sobre lo que se puede hacer política, proteger la vida de la gente.
Cuando hablamos de proteger la vida de la gente creo que los colores políticas no deberían ser relevantes.
El feminismo hace de España un mejor país. La pasada semana conocimos una encuesta de la OMS que indica que una de cada cuatro mujeres en el mundo sufre violencia machista. La encuesta también señala que en los países donde hay más políticas contra las violencias machistas, esa violencia es menor. Por lo tanto, en España hay menos violencia porque hay gobiernos firmes que se atreven a luchar contra el machismo. Es el camino a seguir, es una cuestión de calidad democrática… Cuando hablamos de proteger la vida de la gente creo que los colores políticas no deberían ser relevantes.
También se ha reunido recientemente contra la plataforma que pide penas más duras para los casos de violencia sexual en los que se usan psicofármacos, como la burundanga. ¿Qué camino tiene por delante esta iniciativa y qué plazos manejan para dar respuesta a esta demanda?
Fue una reunión muy emocionante, porque acudieron víctimas al Ministerio para relatarnos sus casos y estoy muy agradecida que tuvieran la valentía de hacerlo. Es un honor para mi como secretaria de estado poder oír esos testimonios. Las soluciones van a ser efectivas muy pronto. La Ley de Libertad Sexual, la ley conocida como la del ‘sí es sí’, está siendo debatida en el Parlamento y será aprobada en las próximas semanas. Incluye muchas mejoras para este colectivo.
En primer lugar, nuestro Código Penal dice que si tu no puedes decir que sí, porque estás inconsciente o dormida o drogada, la pena es menor. Es decir, si te drogaron para violarte, el agresor sale recompensado en términos penales. Queremos darle la vuelta a esto. Evidentemente si no podías decir que no, estamos siempre hablando de una agresión sexual. Sin embargo, en el Código Penal la sumisión química implica que sea solo un abuso. En la Ley del Sí es Sí eliminamos la diferencia. Siempre, si no se puede decir que sí, evidentemente estamos hablando de una agresión sexual y habrá un agravante de la pena. A mayores, se crea un supuesto específico para la sumisión química, para poder señalar que eso es algo específico que necesita ser castigado específicamente. Por último, para nosotros lo más importante, creamos protocolos específicos para la recogida de muestras.
En el momento en el que acabas de ser violada no tienes porque decidir cuándo vas poner la denuncia. En cambio, sí tienes que recibir asistencia psicológica y asesoramiento y recogida de muestras
¿En qué consisten estos protocolos para la recogida de muestras?
Estas mujeres no tienen claro a dónde acudir cuando sufren una agresión de este tipo. Queremos que tengan superclaro que pueden acudir a los centros de crisis que se van a crear en todas las provincias y que habrá un protocolo de recogida de muestras sin intervención judicial. En el momento en el que acabas de ser violada no tienes porque decidir cuándo vas poner la denuncia. En cambio, sí tienes que recibir asistencia psicológica y asesoramiento y recogida de muestras biológicas para que más adelante, con ese asesoramiento ya estás en condiciones, puedas poner la denuncia.
Estamos viviendo un verdadero movimiento político de muchas mujeres que están dando a conocer sus casos de sumisión química. Por ejemplo, el movimiento ‘denuncia a tu bar’.
En los medios de comunicación se nota una mayor afluencia de noticias de denuncias de sumisión química. ¿La Administración percibe también esta tendencia en sus datos oficiales?
Con los datos de violencia siempre hay que ser muy prudentes, porque dependen de las denuncias de las víctimas. Muchas veces cuando hay incrementos de denuncias, damos por supuesto que sucede porque se incrementa la violencia, pero muchas veces lo que se incrementa también es la capacidad de las mujeres de pedir ayuda ante esa violencia.
Es cierto que estamos conociendo muchos casos de violencia por sumisión química. Yo creo que estamos viviendo un verdadero movimiento político de muchas mujeres que están dando a conocer sus casos de sumisión química. Por ejemplo, el movimiento ‘denuncia a tu bar’. Muchas mujeres están contando como fueron víctimas en sus bares de confianza, donde salían a bailar con sus amigas a bailar a menudo y de repente esos sitios se convierten en lugares terroríficos porque salen muchas mujeres denunciando que en ese bar fueron víctimas de sumisión química. Si cada vez salen más casos de ese tipo, probablemente no solo haya más casos …
También se socializa más la capacidad de denunciarlos …
Exactamente.
Una pregunta más de política institucional. Hablaba usted de las negociaciones para formar Gobierno en Castilla y León pero, lo cierto es que, acaben como acaben, el presidente será un hombre, porque ninguna de las fuerzas políticas más importantes llevaba una mujer como cabeza de cartel, incluida la suya …
Es una noticia triste, pero quiero ser optimista, porque hay cambios extraordinarios en los últimos años. Este Gobierno del que formo parte está formado mayoritariamente por mujeres, es algo inédito. También hay un Parlamento feminizado. La participación de las mujeres en la primera línea de la política es cada vez mayor. Yo formo parte de una organización, Podemos, que tiene por primera vez una secretaria general. No es habitual que en los partidos la dirigente sea una mujer, en este caso Iolene Belarra. Fue un paso importante para nosotros y además creo que estamos en disposición de tener por vez primera una presidenta de España que sea mujer, espero que sea Yolanda Díaz. Ese sería el cambio definitivo que este país necesita.
Yolanda Díaz presidenta solo sería bueno para las mujeres, sería bueno para la ciudadanía en general porque reflejaría otra forma de hacer política.
Pues mire, esa cuestión también la quería abordar. ¿Cuál es su postura como militante de Podemos en Pontevedra y Galicia de que Yolanda Díaz lidere la próxima lista electoral a Moncloa? Los resultados de Unidas Podemos en las últimas elecciones no son buenos. ¿Yolanda Díaz puede transmitir la imagen de un cambio de rumbo?
Nadie tiene la menor duda de que Yolanda va a ser la candidata a la Presidencia. Yo confío en que puede acabar siendo presidenta. No solo sería bueno para las mujeres, sería bueno para la ciudadanía en general porque reflejaría otra forma de hacer política. Ella incide siempre en esto, y yo comparto su punto de vista, en una forma de hacer política que se basa en saber escuchar, saber callar y asumir errores. Estamos unidas, estamos juntas y en los próximos meses seguro que somos capaces de ampliar lo que se necesite ampliar para poder cambiar y que la ciudadanía nos elija como mejor opción. Somos los que hacemos políticas que realmente mejoran la vida de la gente. Lo vemos con la reforma laboral, las políticas feministas … Este es el camino que debemos seguir, con calma y silencio si es necesario, y sobre todo apoyando a Yolanda, a quien quiero y admiro.
Eso que se dice de “las políticas sociales hablan de las cosas del comer y las políticas feministas hablan de tener el pelo rosa en Chueca” es una barbaridad. Para mi, como mujer y persona LGTBI, puedo asegurar que las políticas que hacemos, las políticas feministas, hablan de cosas materiales
Decía usted que la política debería saber callar para escuchar lo que pide realmente la sociedad. Tras los malos resultados recientes, en la izquierda hay opinadores que acusan a Unidas Podemos de desviarse de las verdaderas preocupaciones de la gente. Vinculan esos resultados con el protagonismo en el discurso del feminismo, de políticas LGTBI, de políticas igualdad … que son políticas que se impulsan desde su Ministerio. Vienen a decir que antes Podemos ponía el foco sobre todo en el tema social ( sanidad, educación, pensiones …) y que ahora el foco está demasiado en el feminismo y hay una parte de la población que reacciona en contra, movilizando el voto de la derecha y de la extrema derecha. En definitiva, ¿pesa demasiado el feminismo en el discurso de la izquierda actual?
Soy conocedora de que existe este debate. En primer lugar, es un error pensar que las políticas feministas no son políticas sociales. Eso que se dice de “las políticas sociales hablan de las cosas del comer y las políticas feministas hablan de tener el pelo rosa en Chueca” es una barbaridad. Para mi, como mujer y persona LGTBI, puedo asegurar que las políticas que hacemos, las políticas feministas, hablan de cosas del comer, materiales, de cosas que las mujeres y las personas LGTBI no tenemos el mismo acceso que los hombres y las personas heterosexuales. Si es necesario hacer pedagogía, la hacemos, pero hay que reflexionar sobre esto. Una mujer, por el hecho de nacer mujer, es muy probable que al final cobre menos, tenga peor acceso a los servicios públicos, que tenga que dedicar más tiempo a cuidar a los hombres de su entorno, que tenga un trabajo más precario, que tenga un trabajo más precario… El feminismo no solo es una forma de hacer política social, es una forma de ver el mundo, de pensar que todas las personas son iguales y merecedoras de los mismos derechos. Creo que esta posición no es solo la de Podemos. Es una posición por suerte mayoritaria en nuestro país y hacia ella debemos seguir avanzando.
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