¿Tercera dosis? Los anticuerpos de los vacunados con Pfizer empiezan a caer a los seis meses

Hay que tener en cuenta que los primeros gallegos vacunados con esta marca recibieron las primeras dosis hace ya medio año aproximadamente. Por lo tanto es necesario abrir el debate sobre una tercera dosis. 

Las nuevas variantes han hecho que se vuelva a abrir el debate sobre si se debe inyectar una nueva dosis de Pfizer. La variante delta es hasta un 65% más contagiosa que el resto de versiones que han ido apareciendo e incluso hay personas que con la pauta de vacunación completa han llegado a contraer esta variante. 

No hay demasiadas evidencias científicas al respecto, pero la realidad es que los estudios que se han hecho de la vacuna de Pfizer se ve claramente como los anticuerpos comienzan a descender pasados los seis meses de recibir la dosis. Por ello, se ha vuelto a abrir el debate sobre si es o no necesaria una nueva dosis. 

Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, explica que, de momento, la tercera dosis no es necesaria: "Los estudios sobre infección natural indican que los anticuerpos, aunque van cayendo, a los 11 meses aún los tiene mucha gente. Y además se ha visto que a los 8 y 11 meses hay células T memoria y células B memoria que provocan que si vuelves a estar en contacto con el virus produces anticuerpos a toda máquina y te protege".

EUROPA Y LA OMS PIDEN CALMA

Desde la Unión Europea ya se ha dicho que están preparados en el caso de que hiciera falta administrar una nueva dosis de Pfizer a la población. De hecho, la propia comisaria europea de salud ha afirmado que están trabajando de manera continua, pero que la decisión depende más de la cienca que de ellos. En esa misma línea se ha mantenido la Organización Mundial de la Salud que, de momento, no se tiene claro si la vacuna de refuerzo sería necesaria, ya que la información que existe sobre ello es limitada. 

Eso sí, el propio Marcos López ha reconocido que en el caso de que fuera necesaria una tercera dosis, primero irían los sanitarios de primera línea y los ancianos de residencias. Sin embargo, el colectivo de las personas con transplantes podrían ir por delante, ya que se ha visto que no generan los anticuerpos de la misma manera que la población.