Una explotación apícola de Viana do Bolo a la vanguardia de la lucha contra un parásito habitual de las abejas
Se trata de un tratamiento alternativo a los convencionales: a partir de productos de origen natural, sin pesticidas y compatibles con la producción ecológica.
Este nuevo modelo busca reducir los costes de los tratamientos sanitarias, que representan entre un cuarta y una quinta parte de los costes de las explotaciones apícolas.
Apicultura | Foto: EP
El apicultor Benigno Basteiro, titular de una explotación en Viana do Bolo (Ourense) con más de 3.000 colmenas para producción de miel y otros derivados, empezará estos días a probar un nuevo producto de origen natural para combatir la varroasis, una enfermedad ocasionada por un parásito habitual de las abejas.
En concreto, se trata de una formulación de liberación controlada como alternativa a los tratamientos convencionales en apicultura para el control y prevención de esta parasitosis (que provoca el ácaro varroa destructor).
Sin pesticidas y a partir de productos de origen natural incorporados en sistemas/soportes biodegradables, la idea es que su utilización sea compatible con la producción, por ejemplo, de miel, con la etiqueta de agricultura ecológica.
De hecho, el apicultor Benigno Basteiro destina una parte importante de sus colmenas a la producción ecológica y a la exportación. Junto a él, el producto lo probarán Urbano González (Castilla y León) y Agustín Arias (Castilla La-Mancha).
Urbano González también es apicultor ecológico, en su caso desde el año 1999, y desarrolla su actividad apícola en León, aunque ha mantenido colmenas en Burgos, Asturias y Cantabria. Mientras, Agustín Arias trabaja en este campo, desde 1985, en Guadalajara. Los tres están involucrados desde hace años en proyectos de innovación.
El trabajo de campo comienza ahora y lo hace en estas tres zonas para probar la fórmula en escenarios con climatología diferente, según explica desde Feuga Lucía Lloret. "El proyecto favorecerá unos productos derivados de la colmena de mayor calidad", destaca, en declaraciones a Europa Press.
La varroa ocasiona cuantiosas pérdidas a los apicultores y este proyecto, denominado 'Varroaform', busca evitarlos. El propósito además es no generar residuos en los derivados de colmena (miel, cera y propóleo) y que no resulten tóxicos.
Las abejas, como insectos polinizadores, cumplen un gran papel tanto en la producción agrícola como en la silvicultura, ya que en ciertos casos además del aprovechamiento maderero, se aprovechan los frutos derivados (castaño, cerezo, nogal, etcétera), de gran importancia económica en especial para pequeños núcleos rurales.
Así, los promotores resaltan que la utilización de formulaciones no tóxicas para las abejas (extensible a otros insectos) que no generen residuos, no solo en productos derivados de la colmena, sino tampoco en el medio ambiente, contribuirá al desarrollo de la bioeconomía.
En concreto, el proyecto está financiado con fondos europeos y de la administración central. Participan la Fundación Empresa Universidad Gallega (Feuga), Universidade de Santiago de Compostela, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y los apicultores Benigno Basteiro, Urbano González y Agustín Arias.
Los trabajos comenzaron en 2019 pero sufrieron meses de retraso debido a la pandemia de la covid. En primer lugar, según explica la responsable de proyectos de Feuga Lucía Lloret, un grupo de investigación de la universidad compostelana desarrolló una amplia gama de formulaciones, a partir de aceites esenciales, en diferentes soportes.
A continuación, la universidad de Las Palmas evaluó dichas formulaciones, para proceder a su selección. "Lo que se está viendo ahora es una especie de pasta que se aplicará en materiales sólidos para introducir en la colmena. Ahí es donde entra en juego la labor de los apicultores, para ver si funciona en un entorno real", destaca Lloret.
Y es que el ácaro está en la colmena, pero ataca a la abeja "como si fuera una garrapata", por decirlo de una manera visual. Que el ensayo se realice en primavera tiene que ver también con razones meteorológicas.
Dado que todavía se encuentra en una fase experimental, la portavoz de Feuga se muestra cautelosa, pero apunta que "ojalá a futuro" el producto funcione y pueda iniciarse una segunda etapa con ensayos clínicos con vistas a su introducción en el mercado. Llegado el caso, será la agencia del medicamento quien lo apruebe.
HASTA EL 26% DE LOS COSTES
De media, entre el 15% y el 26% de los costes de las explotaciones apícolas se corresponden con los tratamiento sanitarios, según los datos de los promotores de 'Varroaform'.
"La intención es reducir eso. Y reducir también las pérdidas relacionadas con la varroa, además de incrementar el valor añadido a través de la agricultura ecológica", concluyen.
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