El fiscal archiva la denuncia por el asilo de Salvaterra donde murieron el 22% y se infectaron el 78%
Fuentes oficiales de la Consellería de Política Territorial indicaron a Galiciapress que el centro jamás había sido sancionado en los últimos años, pese a ser inspeccionado con regularidad.
Una nueva inspección, tras la denuncia de las trabajadoras enviadas por la Xunta, dice que no encuentra pruebas, pese a las fotos remitidas por las operarias; por lo que el pleito no avanza.
Llagas en un anciano en una de las imagenes aportadas en su denuncia por las enfermeras enviadas por la Xunta a la Residencia Salvaterra
La Fiscalía del área de Vigo ha archivado las diligencias sobre las condiciones de la residencia de mayores de Salvaterra de Miño (Pontevedra) al "no poder acreditar el incumplimiento grave de la normativa administrativa". La denuncia, también remitida a la Xunta y a Inspección de Traballo, llegó con numerosas pruebas gráficas de falta de medios y ancianos con llagas por falta de cambios posturales.
SEIS INSPECCIONES EN TRES AÑOS
Galiciapress preguntó a la Xunta si la residencia había sido inspeccionada y sancionada. Desde la Administración contestaron que "desde 2017 la Consellería de Política Social realizó seis inspecciones en la residencia de Salvaterra, de las que dos se llevaron a cabo en el año 2017, otras dos en el año 2019 y dos más en el 2020. Tras cada una de las inspecciones se le comunicó al centro los aspectos a corregir, en caso de que los hubiera, y se hizo un seguimiento por parte de la Inspección de Servicios Sociales para la enmienda de los mismos. Ninguna de las inspecciones conlevou, por tanto, propuesta de sanción".
Es decir, los inspectores de la Xunta encontraron defectos en sus visitas previas a la pandemia, pero no de la gravedad suficiente para merecer castigo. Sobre la inspección realizada tras la denuncia de las enfermeras de la propia Xunta, el Gobierno se limitó a indicar que su trámite aún está en marcha.
La gerencia del centro siempre negó las acusaciones de las enfermeras de falta de medios. También aseguró que las familias respaldaban su postura y que jamás habían protestado por maltrato. Sin embargo, al menos dos familias se pusieron en contacto con Galiciapress para quejarse de la labor de la residencia antes de la llegada de la pandemia. Al menos una de esas familias denunció a la Residencia ante la Xunta, pero la Administración no les dio la razón.
BALANCE ATROZ
El centro fue uno de los más golpeados por la segunda ola del coronavirus tras aparecer un brote a finales de octubre. Está libre de casos desde, aproximadamente, mediados de diciembre, cuando aún estaba intervenido por la Xunta.
Según los datos remitidos por Política Social a Galiciapress, fallecieron 24 ancianos, 11 en el propio centro, sin ser trasladados a hospitales, y 13 tras ser trasladados a centros sanitarios.
El Rexistro de la Consellería indica que la Residencia Salvaterra tiene 108 plazas. Por lo tanto murieron, aproximadamente, el 22% de los ancianos.
Cuando la Xunta intervino la Residencia había 110 contagiados, entre ellos 84 residentes. Se infectaron pues, aproximadamente, el 78% de los ancianos.
LA FISCALÍA DICE QUE NO ENCONTRÓ PRUEBAS
Fuentes de la Fiscalía han señalado que se efectuó una inspección tras la denuncia presentada respecto a las condiciones de los del centro "sin que nada" se pudiese acreditar, "no apreciando ni falta de cuidado y atención hacia los residentes ni situación de abandono". He aquí uno de los vídeos filmados en el interior de la residencia durante la intervención:
La Fiscalía del área de Vigo también ha asegurado que recibió "puntuales informes diarios" de la residencia y la Xunta durante la primera ola de la pandemia, entre marzo y junio, y pudo conocer "las medidas adoptadas, los medios solicitados a la Consellería de Sanidade y las intervenciones concretas de la misma".
Adicionalmente, el Ministerio Fiscal ha apuntado que se dio traslado en el mes de junio al pasar a fase III del plan de prevención instaurado por la residencia.
DENUNCIA DE TREGA
En concreto, el pasado mes de noviembre, Traballadores de Residencias de Galicia (Trega) denunció ante la Inspección de la Consellería de Política Social que las instalaciones de Salvaterra no reunían "las mínimas condiciones" de salubridad y su "total abandono".Precisamente, en ese momento, ese centro, que cuenta con varias plazas subvencionadas, se encontraba intervenido por la Xunta debido al número de casos de COVID-19 detectado entre sus usuarios.
Por su parte, el Defensor del Paciente instó a la Fiscalía Superior de Galicia a efectuar una "inmediata actuación e intervención" y le pidió que tuviese "empatía y sensibilidad" con los mayores. Tras ello, el fiscal superior de la comunidad remitió el caso a la Fiscalía de la zona al entender que se trataba de su ámbito de competencia.
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