AGAMFEC pide diferenciar los “cuidados paliativos” de la “eutanasia”, una decisión “madurada e irreversible”
En esta línea, piden “despenalizar” a los profesionales sanitarios y apostar “por la empatía, la solidaridad y la comprensión, emociones con las que nos sentimos más cómodos en este difícil debate”.
La Asociación Gallega de Medicina Familiar y Comunitaria (AGAMFEC) manifiesta en un comunicado su parecer en torno al debate existente sobre la regulación de la eutanasia recientemente aprobada en España.
Si bien aclaran que esta Ley de Eutanasia no debería tratarse desde los extremos –“hablar desde un rechazo absoluto o desde una adhesión inquebrantable no tiene ningún sentido”-, para los profesionales de la medicina familiar y comunitaria recalcan que se trata de un tema “sensible” que conecta con los “valores y creencias” de las personas.
“No debemos creernos en posesión de la verdad”, insisten. Con todo, manifiestan la necesidad de poner en dos niveles distintos los cuidados paliativos, aquellos que “debemos siempre procurar ante una enfermedad terminal sin expectativa terapéutica posible”, y la eutanasia, “que no tiene que darse necesariamente en un enfermo terminal o con un sufrimiento insoportable”.
“Se trata de una decisión de acabar con una vida que no se desea continuar, por una situación personal meditada, dura e insoportable”, afirman. Como organización “comprometida con las personas”, entienden que esta postura es la que les ayuda a defender este tipo de decisiones, que tildan de “duras” pero “sentidas, maduradas e irreversibles” por parte del paciente que toma esa determinación.
“Debemos aceptar esa situación y expresar nuestra solidaridad y comprensión ante el dolor de una decisión así”, incide, a la vez que recalcan la necesidad de afrontarla “sin paternalismo, sin infantilizar ni considerar frívola una cuestión tan difícil”.
“De la misma manera, nuestra comprensión y solidaridad con aquel médico cuyo compromiso con las personas le lleva a asumir una ayuda profesional para hacer ese tránsito más llevadero y humano”, consideran. En esta línea, piden “despenalizar” a los profesionales sanitarios y apostar “por la empatía, la solidaridad y la comprensión, emociones con las que nos sentimos más cómodos en este difícil debate”.
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