Radiografía económica en tiempos de coronavirus

Bien avanzado ya este año 2020, comienza a ser hora de repasar cómo el cisne negro de la covid-19 ha afectado a la economía y qué retos han surgido con motivo de la pandemia. ¿Hay motivos para un cauto optimismo o todavía quedan por delante meses complicados similares a los que acabamos de atravesar? Hoy trataremos dar respuesta a esta pregunta tan importante.

El Banco Central Europeo trata de calmar los ánimos con la buena marcha del euro

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El optimismo moderado comienza a ser la nota predominante en los pasillos del BCE. Eso podemos concluir de la noticia que se publicó hace unos días en la página de Avatrade Facebook. 

El BCE sigue vigilando estrechamente el progreso de la economía eurocomunitaria y todo apunta a que a nivel monetario avanzamos relativamente bien, aunque finalmente todo dependerá del progreso de la covid-19 en los próximos meses. Cabe destacar también que el BCE quiere reducir al máximo posible el factor suerte. Y para ello ha anunciado un ambicioso plan de compras por valor de 500 000 millones de euros, destinados a aliviar la gran presión que sufren especialmente economías como la española.

El empleo registra inevitables caídas en el número de trabajadores contratados

Basta con echar un vistazo a las cifras de Galicia para concluir que la situación laboral de muchos ciudadanos se encuentra en situación de precariedad. Hablamos de un 15 % más de desempleo con respecto al año anterior. Esta situación se repite a lo largo y ancho de la geografía española. La nota optimista en relación al empleo la daba recientemente Emilio Gayo de Telefónica, tras afirmar que las nuevas tecnologías generarán más de medio millón de empleos netos en España.

La Xunta apuesta decididamente por la digitalización del sector del comercio

El gobierno regional gallego se sitúa en la línea de Gayo, ya que acaba de anunciar la aprobación de ayudas por valor de 1,4 millones de euros para impulsar la digitalización de nuestros comercios. Se trata de una medida que puede ayudar a revitalizar uno de los sectores más castigados por esta crisis sanitaria. En unos tiempos en los que las ventas online se han ido a la estratosfera, no parece mala idea dotar a los comercios tradicionales de todas las herramientas necesarias para cerrar cualquier brecha digital existente.

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En resumen, si bien la situación económica dista mucho de ser la deseable, lo cierto es que comienzan a verse signos que invitan a un cierto optimismo. Por una parte, el BCE garantiza la fortaleza del euro mediante su programa de compras para aliviar la presión de las economías de la zona euro. Por otra parte, si bien las cifras de empleo son malas, se abren nuevos horizontes de contratación gracias a las nuevas tecnologías. Y, por último, vemos que desde las autoridades públicas se intenta apoyar esta transformación digital. Así que quizá la mejor respuesta posible a la pregunta con la que comenzábamos este artículo sea la siguiente: quedan meses complicados por delante, pero hay motivos para albergar esperanza.