​Con Diana Quer desaparecieron los turistas de las terrazas y hoteles de A Pobra

Tres años después de la muerte de Diana Quer y el día que empieza el juicio por su asesinato, Galiciapress visita A Pobra do Caramiñal para profundizar el impacto en la vida local.  Vecinos, negocios, Guardia Civil, gobierno municipal...todos ofrecen su punto de vista de las consecuencias que tuvo para el pueblo uno de los caso más mediáticos de la última década. En esta segunda entrega, después de analizar la imagen dada de la villa desde los medios de comunicación, diseccionamos cómo afectó el terremoto mediático al sector servicios en una comarca muy dependiente del turismo.

Terrazas en A Pobra do Caramiñal

Las Rías Baixas son uno de los destinos turísticos predilectos en España, y la Ría de Arousa destaca por encima de todas. El verano trae a la costa arousana a miles de turistas que tienen un impacto sobresaliente en la economía de la zona. 2016 fue el año culmen del turismo en A Pobra do Caramiñal, justo el verano en el que desapareció Diana Quer. Tras la desaparición de la madrileña, el turismo sufrió un retroceso que acusaron los negocios hosteleros de la localidad y del que todavía se están recuperando.

Terrazas llenas de día y de noche, problemas para encontrar aparcamiento, hoteles y campings llenos, playas a rebosar… “Nunca tuvimos tanto trabajo como aquel verano”, coinciden de forma unánime profesionales de hostelería de bares, restaurantes y chiringuitos de playa consultados por este medio. Ese 2016 la localidad barbanzana experimentó un boom en el turismo que venía a confirmar A Pobra como uno de los principales destinos vacacionales de Galicia.

Pero esa tendencia no se mantuvo y al año siguiente el impacto económico del turismo fue menor. Desde entonces A Pobra do Caramiñal no ha vuelto a tener unos datos turísticos tan sobresalientes. “Es cierto que en agosto de 2017 no hubo tanto movimiento de veraneantes, al menos en lo que se contabiliza en las oficinas de turismo. Hubo un ligero bajón”, admite Charo Varela, concejala de Turismo, haciendo alusión a los resultados arrojados por las encuestas de la Oficina de Turismo del año siguiente a la desaparición.

500 DÍAS DE INCERTIDUMBRE

¿Qué pudo causar ese descenso pronunciado de la afluencia de visitantes a la villa? Sin duda uno de los factores que contribuyó de forma decisiva fue la ausencia de la joven de Pozuelo de Alarcón. El caso permaneció sin resolver durante casi 500 días, donde la misteriosa desaparición de la madrileña llenó informativos y portadas de periódicos, dando una mala imagen del pueblo que trajo consigo una repercusión muy negativa en el sector turístico.

“Había un cierto miedo sobre si podía volver a pasar, porque todavía no se había detenido a nadie”

Xosé Lois Piñeiro, alcalde del municipio, no duda a señalar que el hecho de que el caso estuviese abierto durante más de un año fue perjudicial para el turismo. “Durante el tiempo en el que no se resolvió el caso y todavía existía la incógnita sobre si la desaparición había sido forzosa o voluntaria”, señala. “Había un cierto miedo sobre si podía volver a pasar, porque todavía no se había detenido a nadie”, recuerda el regidor, que sin embargo destaca que desde que está al frente de la administración siempre recuerda los veranos “con mucha masificación turística, especialmente en agosto”. Cabe destacar que es en el octavo mes del año cuando se celebran una de las dos fiestas grandes de la localidad, el Carmen dos Pincheiros, celebraciones durante las que desapareció Diana Quer. 

IMPACTO INMEDIATO

En los hoteles y campings de la localidad consultados celebran que en verano nunca tienen problemas para llenar las habitaciones y bungalós vacíos y que la ocupación en el mes de agosto es “total”. Estos establecimientos afirman que el turismo goza de buena salud en A Pobra, aunque los libros de cuentas y registro de algunos de estos negocios sí reflejan un descenso significativo en los años siguientes después de la desaparición de Diana Quer.

Tanto en el número de visitantes como de pernoctaciones el año 2016 fue el más elevado de todos los agostos. Al año siguiente las cifras sufrieron un declive considerable, con una caída de más de un centenar de visitantes y más de 300 pernoctaciones menos en uno de los negocios más importantes del municipio, que sirve como vara de medir el impacto inmediato que la desaparición tuvo sobre el turismo.

Más difícil de cuantificar es el impacto que tuvo en los visitantes que llegan en veleros o que se alojan en viviendas turísticas o segundas viviendas, un método mucho más utilizado por los turistas en A Pobra, que además responden a un perfil concreto: familias con poder adquisitivo, con una casa de verano en la localidad o vínculos familiares en la zona y procedentes de toda España, aunque principalmente del País Vasco y Madrid.

“El de A Pobra es un turista familiar, tranquilo, que busca la playa y que vienen para pasar un periodo de al menos 15 días, aunque ahora parece que está cambiando y pasan una semana”, comentan desde la administración. Esa misma descripción es la que ofrecen los hosteleros del pueblo, que agregan que el de A Pobra “es un turismo de gente con dinero”. Todas estas características dibujan un retrato muy similar al de la familia Quer, por lo que muchos potenciales turistas que respondían a ese perfil pudieron desechar la idea de visitar A Pobra y los municipios de la contorna por las imagen publicada por los medios.

Fiestas del Carmen dos Pincheiros

A pesar de los datos, ni desde el gobierno local ni desde los negocios se atreven a señalar la desaparición de Diana Quer y la imagen dada desde los medios como únicos culpables de esa caída del turismo. El mal tiempo, un peor momento de la economía…muchos son los factores que pueden favorecer ese descenso. “No sabemos por qué hubo ese descenso pero lo hubo. Fue un impacto lo suficientemente grande como para que se notase, aunque tampoco fue un desastre”, advierten desde la hostelería.

MEJORA PAULATINA

“Este año, por el contrario, cambió totalmente la historia y tuvimos un verano buenísimo con respecto al turismo”, inciden desde el ayuntamiento, que señalan la elección de A Pobra como ‘El pueblo más bonito de Galicia’ por parte de los lectores de un medio de comunicación como uno de los aspectos que contribuyó a recuperar turistas y de promocionar la localidad.

Este año cambió la historia y tuvimos un verano buenísimo con respecto al turismo

Con el tiempo, el caso fue perdiendo relevancia en la opinión pública y el turismo se ha ido recuperando, hasta el punto de que el verano de este 2019 “ha sido excelente, mucho mejor que el de 2018”, apuntan desde el consistorio y confirman los negocios locales, que está época estival sí registraron a mucha gente. Además, estos buenos resultados son extensibles a todos los miembros de Arousa Norte, entidad que componen los municipios de la comarca del Barbanza -Rianxo, Boiro, Ribeira y A Pobra do Caramiñal- y que está enfocada a promocionar el turismo en la zona.

“Todos tuvimos un gran verano”, recalca el alcalde, que no esconde que todos los municipios juegan un papel involuntario en el caso de Diana Quer. “Todos estamos implicados: ocurrió en A Pobra, el autor es de Rianxo, se cogió al asesino por un crimen en Boiro y fue juzgado en Ribeira”, recopila el regidor. Ahora, en la antesala del Año Santo, todo el Barbanza busca fórmulas para desestacionalizar el turismo y dejar de vivir exclusivamente del verano. Ese es el gran reto de A Pobra, que poco a poco ha ido perdiendo peso en las webs de sucesos y recuperando importancia en las agencias de viajes.