Feijóo lanza un plan contra el cambio climático a la vez que defiende que no se cierre por ahora Endesa As Pontes, principal fuente de C02 en Galicia

Alberto Nuñez Feijóo no es de esos políticos conservadores que niega el cambio climático. Eso si, insiste -y mucho- en que las medidas para luchar contra él no deben dejar atrás a los que viven de las industrias contaminantes. Un mensaje pensado para marcar distancias con el Gobierno Central, a quien la Xunta culpa de ser el culpable del confirmado cierre de central térmica de As Pontes y del temor a la clausura de Alcoa San Cibrao.

Esta mañana Feijóo volvió a criticar la "falta de actuación" del Ejecutivo Central en Endesa As Pontes. La Xunta insiste en que no se pude cerrar la térmica mientras no haya una alternativa para que funcione sin violar las normas de emisiones. Alternativa que, según Endesa, tras realizar millonarias  pruebas con otros combustibles, parece que no son viables economicamente.

El político del PPdeG insiste en que "lo lógico es que no se cierre As Pontes mientras no se busca una solución alternativa". Le pidió a Moncloa medidas fiscales -como las "adopta el gobierno británico"- para compensar la subida de lo que han de pagar las industrias contaminantes por sus emisiones de CO2. Dijo que el cierre de la central después de que Endesa invirtiese más de 200 milllones para reconvertirla -para las pruebas que parece no dieron el resultado esperado- no tiene ningún sentido. Si sube lo que se ha de pagar por el CO2 en España, también sube en Alemania, argumentó.

"No hay duda, el consenso científico así lo acredita, estamos en un instante de cambio climático en la Tierra y es necesario actuar", dijo el presidente de la Xunta al presentar hoy la Estrategia contra el Cambio Climático de su Gobierno de aquí a 2050.

UN PLAN SIN MEDIDAS ESTRELLAS

Son 170 medidas y la promesa de invertir 1.200 millones en su primeros cinco años de vigencia. Eso si, el propio presidente admitió que ninguna de estas medidas son dignas de grandes titulares, que "deja para otros púlpitos". 

Lo cierto es que casi todas las medidas enunciadas hoy tras el Consello de la Xunta suenan a viejo. Algunas ya en marcha, como las subvenciones para el cambio de sistemas de calefación, otras de impacto limitado, como la "renovación progresiva de la flota de vehículos de la Xunta" o la redución del consumo de las depuradoras. Varias de ellas puramente burocráticas, como la creación de una comisión de seguimiento interdeparmental o la elaboración de estudios de adaptación de toda la costa gallega -uno por puerto y uno global- ante la previsible subida del mar.

Quizás una de las medidas más ambiciosas es utilizar el desarrollo forestal y agrícola para compensar las emisiones porque, como dijo la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, "no podemos fiar toda nuestra estrategia a la reducción de emisiones industriales".

En la "Galicia más verde y azul" que planea la Xunta, se apostará por "incrementar la capacidad del sector forestal para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero" y fomentar el ahorro energético de las cooperativas agrarias.

De las 17 autonomías del Estado, Galicia es la cuarta que presenta su hoja de ruta frente al cambio climático. El objetivo final es que en 2050 Galicia cumpla lo exigido por la UE, cero emisiones, pero de una forma "gradual y justa". El Ejecutivo insiste en que el plan es fruto del diálogo con empresas, universidades, ecologistas, consultoras y otros colectivos.