Probable dimisión de la Valedora do Pobo por enchufar a una sobrina de Fraga
La oposición ha empezado ya ha valorar la renuncia de Milagros Otero. Así, desde En Marea se censura el "retraso de diez meses" en su renuncia.
La oposición ha empezado ya ha valorar la renuncia de Milagros Otero. Así, desde En Marea se censura el "retraso de diez meses" en su renuncia.
Lo cierto es que su marcha aún no es oficial. Sin embargo, algún grupo parlamentario ha filtrado a los medios que la Valedora do Pobo ya ha remitido una carta en el que pone a disposición de la Cámara su cargo.
La abogada responde así a la decisión del Tribunal Supremo. Sus jueces acaban de confirman el dictamen del Tribunal Superio de Xusticia de Galicia. En primeria instancia fallaron que Otero cometió "desviación de poder" en el proceso para cubrir una plaza en su oficina.
ENCHUFADA DE ALCURNIA
La beneficiada fue María Puy Fraga, sobrina del fundador del PP Manuel Fraga y hermana del actual portavoz parlamentario de los conservalladores gallegos, Pedro Puy Fraga. Además, era discípula de un profesor de Derecho de la USC, mentor también de Otero.
EN BUSCA DE SUSTITUTO
Por ahora, ni PP ni PSOE se han pronunciado ante la probable renuncia. En sus manos está encontrar un sustituto, pues tanto el cese como un eventual nuevo nombramiento requieren del voto del 60% de los diputados.
El PPdeG colocó a Otero como Valedora y el PSOE logró, gracias a su apoyo a la elección de los conservadores, colocar una persona afín como vicevaledor. De marcharse Otero necesitarían revalidar el pacto. Es decir, encontrar una persona admisible para los socialistas que ocupe el cargo vacante y así el PSdeG podría seguir controlando el puesto de vicevaledor.
Fuera de aquel pacto, y posiblemente de su reedición en las próximas horas, se quedaron En Marea y Bloque.
Toda la oposición lleva meses pidiendo la marcha de Otero, desde que se conoció la sentencia inicial. Su labor es además, controvertida, en cuestiones como los derechos lingüísticos de los gallegohablantes. Sin embargo, el PP siempre se negó a dejarla caer, alegando que estaba por llegar la decisión del Supremo.
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