La aparición de una sentencia del Tribunal Europeo en plena negociación de un Gobierno ha producido, como era de esperar, el consiguiente revuelo trasformado en euforia en el bando independentista, que ha destrozado la estrategia del PSOE en sus muy inestables negociaciones con ERC.
La sentencia responde a una consulta del Tribunal de Casación belga sobre el caso de una recepcionista de confesión musulmana.
El Tribunal Supremo había limitado la retroactividad hasta mayo de 2013, pero la justicia europea da la razón a los afectados.