Tanto el ácido pícrico como el TNT son explosivos altamente energéticos debido a la presencia de los grupos nitro, que liberan grandes cantidades de energía al descomponerse.
El explosivo, un Valero 50, se encontraba en un importante estado de oxidación.
Las fuerzas del orden ya han confirmado que los artefactos no son réplicas, son auténticas granadas explosivas. Se desconoce quién y porqué dejó los explosivos en la vía pública, en lo que aparenta ser una amenaza a alguien.
El hallazgo es muy extraño, pues este tipo de explosivos suelen encontrarse en inmuebles antiguos, a menudo en viejas colecciones de artefactos de la Guerra Civil, no en medio de un camino muy concurrido.
Los Mossos d'Esquadra han desalojado dos trenes de la estación de Sants de Barcelona y han activado los especialistas antiexplosivos TEDAX.
Limpiando el espacio, se encontraron con 42 cartuchos, mechas y detonadores, todo "en muy mal estado".
Los expertos creen que puede ser de fabricación polaca.
Son antiguas y las han encontrado los nuevos propietarios de una vivienda durante unas obras de reforma.