Los paros, que arrancaron el pasado lunes 17 de julio, apenas han tenido impacto sobre la firma, una entidad pública dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. De hecho, la acogida ha sido tan pobre que en la tercera jornada supera por muy poco el 0,5%.
Hasta la fecha, la compañía ha paralizado el corte de suministro a 18.000 clientes. Ahora avanza hacia un seguimiento integral de los casos de vulnerabilidad.
"De momento", aseguran no tener razones para "desconfiar" del Gobierno, que "no tienen problema en escenificar" estas reuniones.