El episodio, ocurrido el pasado 8 de junio, obligó a aplicar un ERTE en la planta. No hay fecha estimada para el reinicio de la actividad, aunque afortunadamente, y después de someter a toda la plantilla a los pertinentes exámenes médicos, no hay que lamentar daños personales por este suceso que obliga a descontaminar la factoría.
La siderurgica sostiene que no se detectó impacto ambiental de ninguna clase.