Hay multitud de causas por las que unos y otros sienten envidia, y casi siempre es por una falta de entendimiento, al no poder conformarse con lo que cada uno tiene. A día de hoy muchos que no tienen nada que hacer envidian a los que invierten su tiempo positivamente, pero los resentidos no pueden dejar de actuar.
Decía R. Takur que la amistad resplandece en la oscuridade, olvidando que el amor no es presumido y no sólo debiera alumbrar el corazón del amigo.