La Audiencia de Ourense condena a siete años de cárcel a un hombre que provocó un incendio en el edifico en el que vivía

La sección sexta de la Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a siete años de prisión a un hombre por prender fuego en el edificio en el que residía en régimen de alquiler tras amenazar a sus vecinos con quemarlos.

El tribunal, que lo ha considerado autor de un delito de incendio con peligro para la vida e integridad física de las personas, también le ha impuesto la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros del inmueble en el que cometió los hechos durante ocho años, así como el pago de una indemnización de 7.537 euros a una de sus vecinas afectadas y de 41 euros a otra de las perjudicadas.

En la sentencia, los magistrados consideran acreditado que el 22 de febrero de 2024 el acusado, de 54 años, accedió "en gran estado de agitación al inmueble" y, al subir las escaleras, gritaba "os voy a matar, esto es una mierda", al tiempo que golpeaba todo lo que se encontraba a su paso.

La Sala indica que, debido a los gritos y golpes, que también dio en el interior de su domicilio, una de las vecinas alertó a la policía. Una dotación se trasladó al lugar de los hechos y, tras entrevistarse con el procesado y comprobar que en la vivienda se hallaba solo, los agentes abandonaron el edificio.

"Tras marcharse la Policía, el acusado, más molesto aún por la presencia policial, continuó dando golpes y gritando", diciendo, entre otras expresiones, "os voy a quemar vivos" o "estos se van a enterar, la voy a liar gorda".

Asimismo, bajó las escaleras, deteniéndose en el rellano del piso primero para prender fuego en la guirnalda de navidad que se encontraba colgada en la puerta y también en el mueble situado en el rellano, afirman los jueces en el fallo, en el que consideran acreditado que, a continuación, plantó fuego en otro mueble que se encontraba en el descansillo del segundo piso para, posteriormente, ocultarse en su domicilio.

Como consecuencia de estos hechos, según consta en la sentencia, el fuego comenzó a propagarse por el interior del edificio, en concreto, por la escalera de madera, generando una gran cantidad de humo, lo que obligó a los moradores que en aquellos momentos se encontraban en el inmueble a refugiarse en los balcones y a taponar la puerta de acceso a su vivienda con toallas mojadas, situación en la que permanecieron hasta que fueron rescatados sin sufrir daños gracias a la rápida intervención de la policía y de los bomberos, que lograron extinguir el incendio.

El tribunal señala que el condenado, en el periodo comprendido entre finales del año 2023 y principios del siguiente año, "consumió repetidamente cocaína y metadona, lo que simultaneó con consumo alcohólico, no resultando acreditado su estado psico-físico el 22 de febrero".

La Sala destaca que se ha probado que el acusado "estaba excitado, molesto, que amenazó a sus vecinos con quemarlos y que instantes después lo llevó a cabo, prendiendo fuego en el rellano del primero y segundo de los pisos, para así asegurar su acción, lo que dice mucho del ánimo que guiaba su comportamiento".

Así, subraya que prendió fuego "hasta en tres focos diferentes, en un viejo edificio, con escaleras de madera, sin salida de emergencia, un edificio habitado", por lo que concluye que es "indudable que su acción estaba revestida de potencialidad para lesionar la integridad física de sus vecinos al margen del daño material en las cosas, que quedaron calcinadas". La sentencia no es firme, pues contra ella cabe presentar recurso ante el TSXG.