Investigadores de la USC contra el Decanato por la "hostilidad" mostrada contra los acampados por Palestina
Un total de 43 investigadores vinculados a la Facultad de Geografía e Historia de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) firman un manifiesto, al que se pueden unir más trabajadores, para apoyar la acampada a favor del pueblo palestino y reclamar el "cese de la hostilidad" por parte del Decanato.
43 investigadores de la USC conforman un manifiesto, abierto a que puedan firmarlo otros trabajadores, en apoyo a los universitarios acampados por Palestina y contra el Decanato de la universidad.
El colectivo demanda el "respeto del derecho a la protesta" y exige "el fin de la difamación" del organismo compostelano, al que acusan de "instrumentalizar un problema preexistente" para termina con la acampada.
Un total de 43 investigadores vinculados a la Facultad de Geografía e Historia de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) firman un manifiesto, al que se pueden unir más trabajadores, para apoyar la acampada a favor del pueblo palestino y reclamar el "cese de la hostilidad" por parte del Decanato.
Además, este grupo defiende el "respeto del derecho a la protesta" y exige "el fin de la difamación" contra este colectivo que desde mediados de mayo ocupa los pasillos y parte de las aulas de dos pisos de la facultad.
Y es que el decano de Geografía e Historia, Marco V. García Quintela, mostró en un principio su apoyo a la medida de protesta, pero con el paso de las semanas la relación con los acampados se fue tensando. El viernes, en declaraciones a Europa Press, les acusó de romper "toda posibilidad de convivencia" y no descartaba que la facultad tuviese que suspender toda su actividad.
En este contexto, los más de 40 investigadores condenan, a través del manifiesto que promueven desde el viernes, esa "voluntad" del decano de que "la acampada se disolviese".
"Recientemente, este último (García Quintela) valoró el posible cierre de la facultad apelando a deficiencias estructurales en la biblioteca que son conocidas y desatendidas desde hace décadas. La súbita preocupación decanal por la seguridad del personal y del patrimonio del centro no puede dejar de sorprendernos, a la vista de que nada se hizo tampoco por paliar los desproporcionados niveles de radón también presentes en él", explican los firmantes.
Este colectivo cree que un cierre "sumarísimo" del edificio, "empleando argumentos de carácter técnico, presupuestario y de seguridad", lo que hace es "instrumentalizar un problema preexistente" con el fin de acabar con la acampada.
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