Galicia enfrenta una crisis en las residencias de mayores: falta de plazas, altos costos y largas listas de espera

Desde el Grupo Socialista, la portavoz de Política Social, Silvia Longueira, ha urgido a la Xunta a tomar medidas inmediatas para evitar el colapso del sistema. Longueira señala que el gobierno autonómico carece de una estrategia definida para afrontar el envejecimiento de la población y las crecientes necesidades asistenciales. Con más de 400.000 gallegos entre los 55 y 64 años, las proyecciones apuntan a un aumento significativo de personas dependientes en los próximos ocho años.

La falta de plazas en residencias no es el único problema. Los costes para acceder a una plaza privada son elevados y pueden superar los ingresos medios de muchas familias, mientras que las listas de espera en el sistema público pueden prolongarse hasta dos años. Esta situación, calificada por Longueira como "intolerable", se agrava por los casos de personas mayores que fallecen mientras esperan una resolución.

La oposición socialista también critica el abandono de las infraestructuras existentes. Muchas residencias gestionadas por la Xunta presentan deficiencias mecánicas y estructurales, agravadas por la falta de inversión en los presupuestos de los últimos años. Además, se reclama un refuerzo de las condiciones laborales del personal auxiliar, quienes enfrentan situación de precariedad y falta de soporte adecuado.

RESPUESTA DEL GOBIERNO DE GALICIA

Por su parte, la Xunta defiende su gestión asegurando que se están destinando recursos para mejorar el sistema. Entre las medidas previstas, destaca el compromiso de desarrollar el Plan Estratégico de Servicios Sociales, estipulado en la Ley 13/2008, que busca ampliar la cobertura y garantizar una atención de calidad. Además, la administración autonómica subraya que se han iniciado inspecciones periódicas en las residencias para identificar y subsanar deficiencias.

Sin embargo, para Longueira y otros sectores críticos, estas acciones son insuficientes. Entre las demandas presentadas se incluye la creación de un nuevo modelo de residencias, más cercanas y de menor tamaño, adaptadas a las diferentes necesidades de los usuarios, como enfermedades neurodegenerativas o psiquiátricas. También se solicita un convenio colectivo para mejorar las condiciones laborales de los cuidadores y la colaboración con plataformas ciudadanas para definir soluciones.

La falta de plazas y recursos, combinada con un sistema que no responde a la creciente demanda, pone de relieve uno de los principales retos para Galicia en la próxima década. La demanda de medidas concretas sigue creciendo, mientras las familias esperan soluciones que garanticen el bienestar y la dignidad de los mayores.