El cambio climático acelera la aparición de problemas en la vista, insisten desde Quirónsalud

El cambio climático es una realidad incómoda que nos afecta a muchos más ámbitos de los que pensamos. Habitualmente relacionamos este problema con el calor o la subida del nivel del mar, pero va mucho más allá. Tanto, que incluso puede obligarnos a usar gafas. Así lo explican los expertos de Quirónsalud sobre como los cambios en el medioambiente pueden afectar a nuestra vista.

El calentamiento global, subrayan, "puede favorecer la aparición temprana y la aceleración de las cataratas como consecuencia de la pérdida de la capa de ozono y el aumento de rayos UV". El calor contribuye a la evaporación de las lágrimas, el resecado del ojo y dificulta su correcto funcionamiento, por lo que enescenarios como el actual, con olas de calor como la que experimentamos estos días, la protección del ojo ante los rayos UV como ante el aire cálido es muy importante. 

El uso de gafas de sol con filtro UV en exteriores, "tanto si estamos expuestos al sol directo como si estamos en el exterior bajo la sombra", es imprescindible para proteger nuestra retina y la superficie ocular. "Unas gafas de sol grandes además de proteger nuestros ojos actúan como un envolvente para la zona de alrededor de los ojos que es muy delicada. El contorno del ojo tiene la piel más fina y frágil de todo el rostro", recuerdan.

SÍNDROME DEL OJO SECO

Pero no solo en exteriores podemos estar desprotegidos. Con el calor abusamos en ocasiones de los ventiladores o del aire ancondicionado, lo que provoca que nuestros ojose se desequen, provocando un aumento del síndrome del ojo seco. 

"El principal efecto del calor en la vista es la sequedad ocular como consecuencia de la evaporación de las lágrimas. En estos pacientes el menisco lagrimal es escaso, el tiempo de ruptura de la película lagrimal es más corto de lo habitual y las altas temperaturas dejan el epitelio corneal y conjuntival expuesto rápidamente.

Es importante aumentar la frecuencia de uso y la calidad de las lágrimas artificiales y puede ser necesario añadir tratamiento más denso tipo geles o pomadas lubricantes oculares", apostillan desde Quirónsalud.