Ingeniero de Montes jubilado. Ex vicedecano del Colegio de Ingenieros de Montes. Ex-profesor del área de economía agria en la Escola Politécnica Superior de Enxeñaría de la Universidad de Santiago en el campus de Lugo. Fue jefe del distrito forestal Fonsagrada-Ancares.
En la actualidad según los criterios de la FAO, la superficie de bosques de frondosas existente en Galicia se estima en unas 170.000 ha. Aunque el avance del IFCG (2023) indica la presencia de 572.995 ha de arbolado de frondosas. La FAO considera como bosque las superficies continuas superiores a las 0,5 ha; en Galicia el 56 % de las parcelas catastrales cubiertas por arbolado de frondosas tienen unas superficie inferior a las 0,5 ha, según la información elaborada por la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra al aplicar imágenes en formato ráster, con píxeles de 10 x 10 m, inferiores a las empleadas por el MFE que son parcelas de 1 ha.
Es característico que muchas de estas masas han quedado recluidas en lugares con dificultad para otros usos agroganaderos. Muchas especies, como los robles, se trasmocharon periódicamente para la obtención de leñas, y para la construcción rural y el mercado de madera (traviesas del ferrocarril, industria naval...), extrayéndose los mejores pies.
Los instrumentos de gestión forestal en las masas de frondosas en Galicia son prácticamente inexistentes, por lo que todo está por hacer, proponer y testar. Un primer dato relevante es que casi el 20 % de las subparcelas están en aparente abandono, y hay un 9 % de gestión orientada a la protección/conservación.
Estas masas tienen unos desarrollos y portes deficientes y en consecuencia sus productos tienen unas características inferiores con lo que se utilizarán como leñas. Las formas selvícolas existentes son las de monte bajo y medio, que suponen un proceso de selección genética regresiva.
Las evaluaciones más recientes de existencias se realizaron en el marco de IFN4 (año 2009), y son de 50 millones de m3, de los que 22,8 procederían de robledales y 8,4 de rebollares, estos datos aparecen en el documento de diagnóstico de la revisión del Plan forestal de Galicia (Xunta de Galicia, 2018). Estas son esenciales para diseñar unos objetivos con el fin de obtener una tasa de aprovechamiento que asegure la sostenibilidad del recurso. Se estima un crecimiento de 2 M m3 anuales, y la tasa de aprovechamiento está alrededor del 15 %, muy lejos del 70 % habitual en otros países europeos, con lo que es un recurso poco aprovechado y sus existencias están aumentando.
Según el sistema de indicadores de la administración forestal, creado en aplicación del art. 103 de la Ley 7/2012, de 28 de junio, de montes de Galicia, en el año 2024 las cortas de frondosas en terrenos de gestión privada ascendieron a 274.640 m³ (teniendo en cuenta tanto caducifolias como perennifolias, pero excluyendo el eucalipto), frente a los 3,4 M de pino (1,7 pinaster, 1,6 radiata y 0,1 sylvestris) y los 5,2 M de eucalipto (2,4 glóbulus y 2,8 nitens), es decir, de un total de 9,39 M m³, los aprovechamientos de frondosas suponen un 2,92 % del total de cortas. Por especies, 150.000 m3 son de roble, 35.000 de abedul y 30.000 de castaño.
En las cortas en montes de gestión pública (281.900 m³ en total en 2024), la proporción de frondosas es prácticamente inexistente (2.310 m³), el 0,82 %, consecuencia del tipo de contrato que tienen basados por una parte para los convenios en la Ley 5/1977, de 4 de enero, de Fomento de Producción Forestal y su reglamento aprobado por el Real Decreto 1279/1978, de 2 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento para la aplicación de la Ley 5/1977, de 4 de enero, de Fomento de Producción Forestal y los consorcios en la Ley de 10 de marzo de 1941 sobre el Patrimonio Forestal del Estado. La premisa de estos contratos es la producción de madera.
El porcentaje más alto de aprovechamiento son las leñas, que se le asigna a algo más de un 40 % de las subparcelas, muchas veces de manera combinada con la obtención de madera de sierra. Este hecho redunda en el interés de esquemas de gestión que combinen la producción a corto plazo de leñas y de madera de sierra a más largo plazo (modelos QR2 y QP1). Es indicativo la obtención de madera de calidad en frondosas autóctonas, cuando menos en buenas estaciones (modelos PA1, PFMV y SEF).
En cuanto a precios orientativos se tiene:
El pino para sierra entre 47-52 € m-3. Para chapa llega a los 110 € m-3
El eucalipto para sierra entre 42-46 € m-3. Para chapa entre 76-89 € m-3
Castaño según usos entre 80-120 € m-3.
El roble para sierra según usos entre 48-85 € m-3. Para leña entre 31-42 € m-3, en turnos de 35 años.
El origen predominante de las formaciones es natural, lo que resulta esperable para especies de frondosas autóctonas. Tan sólo un 13 % de las parcelas se consideraron como de origen artificial por semilla o plantación.
En cuanto a la distribución de las clases naturales de edad, predominan las formaciones de alto fuste, sobre las que se podrían realizar aprovechamientos leñosos. Las formaciones de monte bravo y de latizal bajo son también susceptibles de tratamientos silvícolas de mejora. La representación más restringida es la de repoblado.
En cuanto a la forma principal de masa, la estructura irregular es la más representada, con un porcentaje prácticamente el doble que la estructura semirregular, caracterizada por la presencia de dos clases de edad diferentes. La estructura coetánea está muy poco representada y viene a coincidir básicamente con las subparcelas de origen artificial.
Según el Plan director de la Red Natura 2000 en Galicia (PD RN2000), conformada por 16 ZEPA y 59 ZEC, la superficie de masas de frondosas autóctonas representada en la red es de 49.000 ha, pues en las ZEC y ZEPA existen superficies cubiertas con frondosas que se consideraron como hábitats de bosque. De los trabajos del IFCN, la superficie de frondosas autóctonas incluida en la Red Natura 2000, tanto en las ZEC cómo en las ZEPA, suponen 95.900 ha. La Red Natura 2000 de Galicia está ocupada un 24,6 % de superficie con formaciones arbóreas de frondosas autóctonas, debido a que la superficie total es de 389.736 ha (datos de la Xunta de Galicia), al a ver 86.000 ha de ZEPA incluida en los ZEC (superficie total de 374.558 ha), con lo que solo hay 15.178 ha exclusivamente en ZEPA en Red Natura. En esta situación su gestión presenta mayores condicionantes, ya que conviene mantener una dinámica natural de los propios ecosistemas.
Diagnóstico preliminar y objetivos iniciales.
Factores dinamizadores:
Alto apego social de este tipo de foresta como especies arbóreas de alto valor histórico y cultural en Galicia, recuperándolas para diferentes usos sobre una gestión sostenible y multifuncional (productivos, sociales, medioambientales y culturales).
Percepción social de la contribución de las frondosas desde el punto de vista paisajístico, en particular los paisajes en mosaico y cortafuegos con las plantaciones de frondosas autóctonas, según lo refleja la Ley 2/2024, de 7 de noviembre, de promoción de los beneficios sociales y económicos de los proyectos que utilizan los recursos naturales de Galicia.
Importancia de la aprobación de una Ley como instrumento jurídico sobre el desarrollo de las AFGC, con lo que se aumentaría la superficie de los bosques de frondosas según las consideraciones sobre los mismos que tiene la FAO.
Creación de un banco de tierras público en el que se dé prioridad a la adquisición de superficies de frondosas.
Factores limitantes:
Estructura y organización de la propiedad con escasa presencia de la pública y la privada con un alto porcentaje de propiedad desconocida.
Los datos proporcionados, por el documento de diagnóstico del monte y el sector forestal gallego de la 1ª Revisión del Plan Forestal de Galicia señala que un total de 1,28 M de ha, que suponen casi la totalidad (98,2%) del monte privado particular de Galicia, son clasificados como de propiedad desconocida o dudosa, que representan más del 63% de la superficie forestal gallega. El conocimiento de la propiedad se limita a los montes públicos y parte de la propiedad privada colectiva, esto es, los MVMC. La mejora de su conocimiento debe ser un pilar para la política forestal gallega en los próximos años, y se debe crear un catastro propio así como un registro administrativo de la propiedad forestal.
El incremento de la superficie pública se basaría en la adquisición de:
Montes en espacios naturales protegidos (ENP) e incluidos en la RN 2000.
Montes declarados protectores.
Parcelas o montes enclavados o colindantes con monte público.
Demanda de impulso en la cultura cooperativizante en Galicia, que repercuta en iniciativas de gestión forestal conjunta de sus superficies forestales, a través de la cooperativas de explotación comunitaria de la tierra.
Necesidad de introducir medidas fiscales que favorezcan las plantaciones de frondosas especialmente con fines madereros y los tratamientos silvícolas con el fin de producir maderas de alta calidad, considerando el elevado plazo temporal para obtener rendimientos económicos.
Factores limitantes que pueden acabar siendo dinamizadores
El Plan Gallego de Valorización Sostenible da Madera de Frondosas Caducifolias estimaba unas 500.000 ha con presencia de frondosas en los montes gallegos, bien sea en masas puras o mezclados, o en superficies forestales mixtas con presencia mayoritaria de otras especies, como pino o eucalipto, impulsado desde el CIS-Madera y el XERA (Campo Galego 28.12.2022)
En la estrategia para el fomento de la gestión activa de las masas de frondosas, la superficie de frondosas que se considera son 619.000 ha, según Primeros resultados del IFNG. Estimación de Superficies a partir del mapa forestal de media resolución 2.06.2023. Santiago de Compostela.
Y en los IFN son:
La reorientación de muchas de las formaciones hacia la producción de madera de sierra, aprovechando también la posibilidad de comercializar leñas, es una oportunidad relevante.
Es conveniente que en las fases de monte bravo y de latizal bajo las formaciones de frondosas sean suficientemente densas para asegurar una base de selección mínima y una idónea poda natural.
Resulta necesario crear mercados transparentes de la madera de frondosas autóctonas, impulsados o amparados por la Administración, que podría impulsarse con la creación del Registro de los tasadores-cubicadores de madera.
Objetivos iniciales:
Promover la puesta en valor de las formaciones de frondosas autóctonas.
Incrementar la superficie actual de los bosques de frondosas autóctonas sinergiándolos con los CTGP, procurando la conservación y mejora de la biodiversidad en el monte gallego.
Sustituir las especies foráneas intercaladas en las masas de frondosas autóctonas o presentes en las franjas de uso exclusivo de frondosas para crear formaciones pluriespecíficas.
Promover la conservación de la biodiversidad en montes productivos de frondosas, respetando sus hábitats con la producción de madera de alto valor y en las plantaciones con gestión intensiva fomentando el empleo de frondosas autóctonas.
Establecer unas directrices de ordenación y gestión forestal sostenible para la conservación activa de espacios forestales protegidos.
Revalorizar el registro de masas consolidadas de frondosas autóctonas, dinamizándolo dada la escasa superficie actualmente registrada.
Desarrollar el proyecto autonómico para la valorización sostenible de las masas de frondosas de Galicia.
Desarrollar Inventario de formaciones forestales de especial interés natural, singulares, o relictas, que correspondan a frondosas autóctonas.
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