Donald Trump, el ave de rapiña que quiere poner al mundo a sus pies

Carmen P. Flores

Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, además de su cabello rubio teñido, tiene un plan establecido: ganar dinero personalmente, camuflado bajo la excusa de hacer grande a su país. La grandeza es la justificación que muchos de sus votantes se han llegado a creer. Grande es practicar el desprecio hacia otras personas que han abandonado sus países en busca de una vida mejor. Lo curioso es que él es fruto de la inmigración: su madre, nacida en Escocia, y su padre, hijo de inmigrantes alemanes. La diferencia con el resto es que él, es "blanquito", rubio, rico y lleno de créditos por pagar, aún así presume de  fortuna.

 

El presidente Trump ha llegado a la Casa Blanca con la “mochila” llena de odio hacia casi todos, y en ese trabajo de venganza, con la ayuda de unos cuantos chiflados peligrosos que le rodea, está dispuesto a mantener que su país es el más grande del mundo. Con falta de respeto hacia sus anteriores predecesores en la presidencia, vende la idea de que todo el mundo se aprovecha de EE.UU., con especial inquina hacia Ucrania y Europa, sin importarle las consecuencias internas y externas. Su chulería no tiene límites, su educación es escasa, su tolerancia  nula, y eso del respeto es para los demás. Él es el dictador al que hay que tolerarle todo y, encima, reírle las gracias. ¿Se ha olvidado de que la esclavitud es cosa del pasado?

 

Aún resuena el desprecio y la vejación sufrida por el presidente ucraniano, Volodímir Oleksándrovich Zelenski, que se le hizo en la Casa Blanca delante de todas las cámaras de televisión, ante la perplejidad del mundo entero. Nunca antes había sucedido algo similar. Menos mal que el presidente ucraniano tuvo la suficiente dignidad para responderle a las afirmaciones que hacía Trump. La historia la quiere escribir Trump al revés: los agredidos resultan ser ahora los agresores y deben pedir disculpas. Trump lo acusó de no querer llegar a un acuerdo por la paz, y apoya a su amigo, el dictador Putin, con quien hace muy buenas migas. Decía Epíteto que “no es lo que te ocurre, sino cómo reaccionas lo que importa”.

 

Trump, en el poco tiempo que lleva al frente de la presidencia de su país, ha removido los pilares de la tierra. Es un ave rapiña que suele coger a sus presas y no las suelta. Su penúltima presa es Ucrania y lo que esconde en sus entrañas: las tierras raras y minerales que tanto desea. Quedarse con ellas es su objetivo como pago a los miles de millones que el gobierno de Biden ha destinado como ayuda a Ucrania. Se quiere convertir en el "dueño y señor de las tierras raras", sin dejar su otro título de "señor de los aranceles". Esos títulos se irán incrementando, porque su ambición y prepotencia no tienen límites.

 

No hay que olvidar que ya durante su primer mandato, tenía en el punto de mira la riqueza de Groenlandia. Ahora ha vuelto a su idea inicial, un lugar donde "trabajan" rusos y chinos, a quienes quiere expulsar para quedárselo. Un tema que, de momento, sigue pendiente. Necesita las tierras raras y el petróleo, sí o sí, cueste lo que cueste. Nunca antes se había visto tanto descaro, desprecio y prepotencia de un presidente estadounidense.

 

Mientras Europa mira con preocupación la situación que se está viviendo, el desprecio hacia Ucrania y la UE, a la que dice que ha tratado mal y se ha aprovechado de su país. No obstante, en un intento de no llegar más lejos en la tensión, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien se ha erigido para liderar Europa, viajó a visitar a Trump para intentar suavizar la situación. No trajo, al menos aparentemente, buenas noticias. Trump le dijo que Europa debe poner más dinero en la Guerra de Ucrania, que EE. UU. ya ha puesto bastante. Después, le tocó el turno al primer ministro británico, Keir Starmer, quien declaró que no hay acuerdo sobre una posible tregua y, quitándole protagonismo a Macron, afirmó que están trabajando conjuntamente con Francia y otros aliados europeos para alcanzar un acuerdo, eso sí, conjuntamente con los socios estadounidenses. Para este jueves está prevista una nueva cumbre para discutir, consensuar y alcanzar una hoja de ruta conjunta.

 

La postura de la UE es clara, pese a que más de un país que la integra tiene intereses con EE. UU. y no quieren tensar la cuerda. Ahora bien, no están dispuestos a aguantar mucho más las impertinencias y falta de respeto de Trump. Como esto va para largo, todavía se vivirán jornadas nada agradables para casi nadie, menos para el niño rico y caprichoso que es el ocupante de la Casa Blanca.

 

Decía el escultor Eduardo Chillida que “un hombre tiene que tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo”.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Últimas
Opinadores

Galiciapress
Plaza de Quintana, 3 15704 Santiago de Compostela
Tlf (34)678803735

redaccion@galiciapress.es o direccion@galiciapress.es
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. EDITADO POR POMBA PRESS,S.L.
Aviso legal - Política de Cookies - Política de Privacidad - Configuración de cookies - Consejo editorial - Publicidad
Powered by Bigpress
CLABE