González ganó las elecciones en Venezuela y Nicolás Maduro “adelanta” la Navidad

En muchas ocasiones se intuye que una actuación de alguien puede ser lo contrario de lo que explica, pero hacen falta pruebas para demostrarlo. Algo parecido viene sucediendo con los resultados de las elecciones en Venezuela celebradas el pasado 28 de julio y donde como se esperaba, el dictador Maduro, disfrazado de “demócrata”, dio otro de sus pucherazos, con la  complicidad de las instituciones del país que le dieron  como vencedor, cuando todos pensaban que el ganador había sido el único candidato de la oposición, Edmundo González.

Muchos fueron los países e instituciones de casi todo el mundo que denunciaban los resultados y pedían que se hicieran públicas las actas, cosa que Maduro no ha hecho hasta la fecha. El círculo ahora se va cerrando sobre él, aunque haya demasiados intereses de por medio y más de uno juegue el papel que mejor le vaya según sus intereses. No obstante, hay cosas que no se pueden ocultar demasiado tiempo, es como tratar de mantener el agua entre los dedos.

Con la situación de cerco, el dictador Maduro, utilizando la famosa frase de la antigua Roma “pan y circo” para el pueblo, y viendo como tiene la situación, en un alarde “imperialista” en una comparecencia en televisión anunciaba a bombo y platillo que se adelantaba al 1 de octubre las navidades y de paso, puso de vuelta y media a los obispos a los que nombró como “unos tipos con sotana negra” que no están en desacuerdo con cambiar las fechas. Parece mentira que no conozcan bien al personaje que está por encima de todos: la iglesia, la justicia, el pueblo, y hasta el mismísimo Dios. Es que pese a tener sus seguidores, unos cuantos, la mayoría de venezolanos están en contra. Para desviar la atención ha decidido dar “circo” pero poco pan. Las calles están alumbradas con miles de bombillas multicolores y guirnaldas que invitan a pasear por ellas. ¿Es suficiente? Eso cree él, pero no el 67% de los venezolanos que votaron a Edmundo González y a los que no podrá engañar más por mucho que los persiga.

Este jueves, el Centro Carter. Organización estadounidense que actuaron como observadores en las elecciones en los comicios de Venezuela, ha presentado las actas originales de las elecciones ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y anunciaba que Edmundo González había sido el ganador de los comicios con el 67% de los votos, mientras que Nicolás Maduro solo había conseguido el 31%. Pese a ello, o sabiendo el resultado para él, al día siguiente, pese a las críticas, el Consejo Nacional Electoral, controlado por el dictador, proclamó a Maduro como vencedor de los comicios. Lo que vino después ya es conocido por todos. Unos episodios, donde la gente se echó a la calle y la represión contra los manifestantes por parte de las fuerzas de Maduro fueron más que evidentes dejando 25 personas muertas, heridos y más de 2.500 detenidos que aún continúan en prisión sin que las familias tengan noticias de su situación.

De momento, los defensores de las libertades, los miembros de Podemos, no han dado señales de vida, ni han pedido que se actúe ahora. Eso sí, unos de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, el 24 de agosto participaba en un podcast de su amigo el banquero y dictador venezolano Maduro, acompañado de un youtero brasileño, Diego Ruzzarin. Monedero felicitaba en directo a Maduro por ser “elegido” de nuevo presidente. Lo hacía conociendo las dudas que había en esas fechas sobre los resultados. Eso no le preocupa a Monedero, que no ha sido la única vez este año que ha ido a Caracas a rendirle pleitesía a su “jefe”. No es una presencia altruista, sino de previo pago. No es el único de Podemos que viaja. Lo curioso, por no utilizar otra palabra, es que el tema de su tertulia era nada más y nada menos que “el fascismo” ¡Que narices tienen!

Escuchando a Maduro, un intelectual contrastado desde su etapa de conductor de autobuses, acompañado de un defensor de las libertades, los derechos humanos y lo que haga falta, es realmente indignante verlos, y oír cómo utilizan su verborrea para engañar.

 Ahora lo que hay que esperar que el círculo se vaya cerrando más sobre el dictador y que pueda volver el verdadero ganador para que realmente se lleve a cabo el cambio en Venezuela. Que vuelvan los millones de venezolanos que tuvieron que marcharse por culpa de un dictador que controla casi todo, menos la libertad de los que no piensan con él.