La penúltima pataleta de Carles Puigdemont, el huido

Carmen P. Flores

Puigdemont salida 1600 1067

Hay que ver con la facilidad que Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat, utiliza un embudo en su actuación política la parte ancha es suya ,  la estrecha para los demás. Lo ha venido aplicando desde que huyó en el maletero de un coche para no asumir sus responsabilidades en el episodio de las múltiples ilegalidades del “procés”. Ha estado predicando desde su cómoda vivienda en Waterloo, mientras que algunos de los implicados se quedaban en Catalunya. Les gustara o no, conocieran o no que iban a ser indultados, lo cierto es que pisaron la prisión.

 

Él, desde su puesto de eurodiputado, ha aprovechado la ocasión para seguir dando la matraca, sin conocerse ninguna aportación propia  en el Parlamento Europeo en beneficio del pueblo de Catalunya. Perdón, de él sí y del grupo de los huidos que no han sufrido penurias económicas. La pretensión de Puigdemont, una vez pasadas las elecciones catalanas, sin haberlas ganado, es que ERC, la CUP, los Comunes, incluso el PSC - partido ganador de los comicios- lo voten para volver a la presidencia. Lo quiere porque está convencido que él y sólo él es el auténtico presidente  de Catalunya, por la gracia de Dios. Los republicanos, después de las que les ha hecho, abandonando el gobierno de Pere Aragonés, tumbarle los presupuestos que había elaborado el exconseller de Economía Jaume Giró, de Junts, más todas las trabas que le han puesto, no se fían de él.

 

Tras el acuerdo del PSC y ERC,  Puigdemont está agotando  sus cartuchos, metiéndose con socialistas, jueces, republicanos y lo que haga falta. En su locura ha llegado hasta a afirmar que si lo detienen cuando llegue a Catalunya - ha dicho tantas veces que venía y no lo ha hecho- será culpa de ERC por pactar con los socialistas. Lo ha dicho y se ha quedado tan pancho. Además de pedir que se le aplique la amnistía…. En esa huida hacia delante ha lanzado toda su artillería: el presidente de Parlamento ha retrasado un día el contacto con los grupos políticos y el secretario general de Junts, Turull, persiste en su defensa de su jefe y la legitimidad de que sea investido presidente. Laura Borràs, que ya se ha olvidado de sus hazañas de arreglos de concursos -otra ilegalidad-, vuelve a las andadas, y ha manifestado en una emisora amiga que su jefe Puigdemont no se dejará detener, y además le ha preguntado al candidato Illa que hará si lo detienen durante el debate de investidura. Pues seguramente acordarse de Puigdemont, cuyo objetivo es paralizar la investidura y aguarle la jornada 

 

El problema es que el huido cree enfermizamente que él es el auténtico presidente de Catalunya aunque las urnas no lo hayan votado para ello. De este modo, está disparando a derechas e izquierdas del independentismo, que de momento no han caído en la trampa. 

 

 

Solo el “cantaire“, Lluís Llach le sigue el juego. Debe ser por aquellos días maravillosos que pasó en el velero que contrató Toni Comín, pagado supuestamente con dinero del Consell de la República que preside Pûigdemont, cuyas cuentas están auditando para verificar este pequeño detalle.

Como faltan pocos días para conocer la posible vuelta y el circo que montará Puigdemont, habrá que esperar cómo termina su penúltima  pataleta. 


 

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Más opinión
Opinadores

Galiciapress
Plaza de Quintana, 3 15704 Santiago de Compostela
Tlf (34)678803735

redaccion@galiciapress.es o direccion@galiciapress.es
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. EDITADO POR POMBA PRESS,S.L.
Aviso legal - Política de Cookies - Política de Privacidad - Configuración de cookies - Consejo editorial - Publicidad
Powered by Bigpress
CLABE