El Bambi y la “modelo” con Cristina Kirchner

Hace unos días se publicaba la noticia de que el Grupo Puebla, - espacio de coordinación de dirigentes progresistas de países iberoamericanos- anunciaba que el próximo día 19, se iba a realizar un acto de apoyo y solidaridad con Cristina Fernández de Kirchner. frente a la “persecución político judicial de la que está siendo víctima desde el 2015 después de ser condenada”. Así lo anuncia la nota de prensa del Grupo.

Un acto en el que estarán presentes entre otros los expresidentes de Bolivia, Evo Morales, Rafael Correa (Ecuador), Pepe Mujica (Uruguay), Ernesto Samper (Colombia), el expresidente español José Luís Rodriguez Zapatero y la vicepresidenta Yolanda Díaz, que no han dudado ni un momento en confirmar su asistencia.

La presencia de Yolanda Díaz era previsible aunque contradictoria; la del expresidente Zapatero, ha llenado de incredulidad a unos cuantos. ¿Cómo es posible que participe en el acto con todo lo que ha hecho la expresidenta de Argentina y actual vicepresidenta? Solo se entiende por sus vinculaciones de intereses crematísticos que, como se ha visto en los últimos años, lleva una carrera galopante ejerciendo de lobista, sin tener en cuenta la tiranía de algunos de sus compañeros de actos y clientes que tiene en su cartera. El más significativo, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro  cuya política represiva ha hecho que unos cuantos millones venezolanos hayan tenido que salir del país con lo puesto.

Rodríguez Zapatero está tirando por la borda todo el patrimonio político que había acumulado en su etapa en Moncloa. Sin olvidar que en su etapa de presidente del gobierno de España empezó todo el follón del independentismo con la posible modificación del Estatuto a iniciativa dell entonces presidente de la Generalitat de Catalunya, Pascual Maragall, que tuvo la genial idea nada más empezar su mandato: se metió en el lío de la reforma del Estatuto de Catalunya, con la complacencia de Rodríguez Zapatero, al que no se le ocurrió mejor idea de declarar: “Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento de Catalunya”. Esa frase se convirtió en una de las banderas de enganche del nacionalismo para exhibir las supuestas promesas incumplidas. Zapatero en sus afirmaciones se había adelantado a conocer el texto de algunos artículos que, según voces jurídicas autorizadas de la época, eran inconstitucionales.

Yolanda Díaz, la todoterreno, con tal de hacer campaña electoral, se apunta a un bombardeo. Igual que se va al Vaticano en audiencia “privada” utilizando el avión del Gobierno-  con su Santidad. En esa audiencia a la vicepresidenta  se le veía encantada de la vida hablando con el Papa ante la mirada de los miembros de su séquito, todos ellos procedentes del partido comunista, que se dicen ateos. No le importa a la líder de Sumar participar en un acto de solidaridad de una política que está condenada, y al lado de dos expresidentes que dejan mucho que desear.

La larga historia de la expresidenta Argentina es muy curiosa y no exenta de claroscuros, entre otros temas más. En el 2016, cuatro días antes del asesinato del fiscal Alberto Nisman, este había denunciado ante la justicia a la expresidenta Cristina Kirchner y al canciller Héctor Timerman por encubrir a los iraníes acusados de haber sido los autores ideológicos del atentado contra la sede de la AMIA. Fue el mayor atentado terrorista perpetrado en ese país. La AMIA es el principal centro comunitario de la colectividad judía en Argentina.

Con todos estos antecedentes y algunos más, la presencia de Díaz y Zapatero es innecesaria, solo hace pensar que el dinero, el todo por los votos y los viajes están por encima de la ética. Esa que tanta falta hace en los tiempos actuales. El bambi Zapatero se ha transformado en un lobo.