Carteros de la provincia de Pontevedra, extenuados y bajo mínimos: "Está aquí Madrid entero y no tenemos refuerzos"

Los carteros de Baiona y el conjunto del Val Miñor arrancaron la semana con una concentración ante las oficinas del municipio en protesta por las condiciones a las que se ven sometidos en verano. No son los únicos. Antes que ellos sus compañeros de Pontevedra o Vigo también salieron a la calle recientemente para demandar a Correos mejoras en las mermadas plantillas de toda la provincia, donde el trabajo crece a medida que el número de trabajadores mengua, haciendo cada vez más difícil sacar adelante todos los repartos, sobre todo ahora que la explosión del turismo multiplica todavía más el número de entregas en algunos municipios. 

"ESTÁ AQUÍ MADRID ENTERO"

Patricia Iglesias, portavoz de CSIF, explica que las movilizaciones, que alientan este sindicato junto a CC.OO. y UGT, están motivadas por la falta de efectivos en las plantillas de Correos en municipios como Baiona, Sanxenxo o Nigrán, localidades que “son la segunda residencia de muchos nuevos ricos y veraneantes; aquí multiplican el número de habitantes durante el verano porque aquí está Madrid entero”.

“Ya no se envían tantas cartas, lógicamente, pero la paquetería no hace más que subir. Es una cosa bestial. Para nosotros el verano es la temporada alta y no hay refuerzos”, señala Iglesias, que estima que la carga de trabajo en esta estación está por encima incluso que en Navidad o campañas como el Black Friday o las rebajas, que también se celebran este mes. 

“Las motos tienen un cofre tan grande que puedes meter 60 kilos en paquetes. Hay compañeras que no pueden ni manejarlas. Yo, que mido 1,60m no puedo con una moto así”, ejemplifica Iglesias sobre la cantidad de trabajo al que se enfrentan con unos medios cada vez más deteriorados mientras “los kilómetros tenemos que hacerlos”.
 

Y todo esto tienen que asumirlo con un número de trabajadores cada vez menor, porque entre bajas y vacaciones, en Baiona “de 29 carteros faltan once”, mientras que en la de Goian “son solo cinco personas para repartir en Goian, Tomiño y O Rosal cuando deberían ser trece”. “En Ponteareas, ahora mismo, falta más del 50% de la plantilla. Pero es que en Vigo, en Praza de Compostela faltan 18 personas de 54 que deberían ser, de 56 en la Calle Paz faltan 22…ausencias, ausencias y más ausencias”. 

“En Vigo, Vilagarcía, Pontevedra…hay mucha gente todo el año, pero en otros municipios cambia completamente el panorama en julio. Todo el mundo veranea en O Grove o A Illa y trabajar en estas zonas es complicado”, lamenta Iglesias, que incide en que “falta mucha gente” en toda la provincia de Pontevedra y que no se están cubriendo ni vacaciones, ni jubilaciones, ni bajas. Bajas que, por otro lado, algunos carteros no cogen porque “aguantamos mucho para no perjudicar a los compañeros”. 

“Si operan a tu madre no coges todo el tiempo que te corresponde, igual el día de la operación y el siguiente, pero nada más. Porque no quieres dejar solos a tus compañeros porque que falte uno es mucho trabajo a mayores. Y así lo salvamos, con la resistencia del equipo humano que es extraordinario”, argumenta. De igual manera, y con el contacto diario con tantos vecinos, muchos carteros “llegan a los sitios por pura empatía, aunque sea corriendo, porque hay que entregar esa notificación a esa persona que ves todos los días”. 

SIN NOTICAS DE CORREOS

Por ahora, y pese a las protestas, el diálogo con correos es “inexistente”, dicen los sindicatos, si bien perciben que en todos los puntos en los que se han celebrado concentraciones han experimentado alguna mejora, que en cualquier caso “no dejan de ser parches” con “contratos de cuatro días”. 
 

La situación es crítica, aunque no es la única provincia donde se está experimentando una situación similar, y desde CSIF esperan celebrar una reunión bilateral con el nuevo presidente de Correos, Pedro Saura, para plantear todas estas cuestiones. El sindicato puntualiza que, si bien el deterioro en los últimos años ha sido significativo, nunca se han enfrentado a un verano tan malo y que puede deberse al poco tiempo que ha tenido el nuevo mandatario para organizar esta campaña. De esta forma, Iglesias achaca a la “falta de tiempo” y a “la deuda, que no es asumible para cualquier empresa” los motivos para este escenario. 

A todo esto hay que añadir que “ya no es viable trabajar en Correos como contratado”, ya que en las bolsas de contratación “ya no puedes echar diez meses al año como antes”. “Ahora no llegan ni a tres meses. Cada vez es mayor el recorte”, lamenta Iglesias, que añade el desgaste que acumula el personal después de un 2024 complejo, con dos elecciones extenuantes para los repartidores, encargados de acercar la campaña electoral o con la responsabilidad del voto por correo. 
 

“Fue horrible. Antes las elecciones quedaban cubiertas: en cada barrio un cartero. El año pasado con las municipales y las generales ya fue duro, pero las autonómicas fueron terribles”, recuerda Iglesias. 

CON VIENTO O CON LLUVIA EL CORREO SE REPARTE

Hay que tener en cuenta las características de Galicia, donde la dispersión geográfica obliga a que los repartos sean muy largos, llegando a cada parroquia y aldea para entregar las notificaciones o los pedidos. “Algunos recorridos son verdaderas rutas turísticas. Podríamos llevar a los visitantes de paseo”, ironiza Iglesias, que pone el foco también sobre la orografía de ciudades como Vigo, con tantas cuestas y barrios en zonas altas, a los que hay que llegar a pie muchas veces y tirando del carrito: “Algún compañero en Vigo tiene un recorrido tan largo que ha acabado con un fondo físico con el que podría ser deportista olímpico”. 

Mención aparte merecen los protocolos centralizados desde Madrid, algo que afecta incluso a los uniformes. “Hay protocolo por calor. ¿Pero y si hay una tormenta? ¿Y para el viento? Aquí se sale a repartir con lluvia, con temporal y caiga lo que caiga. Viene un ciclogénesis explosiva y salimos a repartir”, preguntan desde CSIF, que piden reconsiderar las condiciones de cada cartero porque “no es lo mismo trabajar en A Coruña que en Córdoba” y “estamos en la calle desde las 9 hasta las 14 horas”. 

Los trabajadores de las oficinas, dice Iglesias, tampoco lo tienen fácil, porque “también es Madrid la que dice si hace frío o calor”, cuando muchos espacios no están acondicionados ni con calefacción ni con aire acondicionado. De igual manera, ahora mismo se dan situaciones atípicas como ver “oficinas con un solo trabajador”. “No pueden ni parar para tomar un café o ir al baño. Están completamente solos atendiendo a gente todo el día y no se había visto nunca, pero está pasando en zonas como Chapela”, reprende sobre esta gestión donde “la mayoría del personal de oficina está contratado solo por cuatro horas”. 

Para los próximos días hay programadas protestas en Goian, Lalín, Vilagarcía o Ponteareas. Pese a todo, Iglesias, que admite que “esto está haciendo aguas por todos lados”, se muestra esperanzada en que esta “sea otra fase de la ‘Fase Correos’ como decimos” y que las cosas cambiarán pronto porque “el director, por lo que dice, tiene buena voluntad”, pero lanza una advertencia seria: “El verano va a ser duro y lo peor está por venir”. “Lo vamos a pasar mal y más de un jefe debería ponerse en la piel de los compañeros. Pero no mucho tiempo, porque acabaría pidiendo la baja”, concluye Iglesias.