(VÍDEO) De una leira de Bembrive al mundo: los consejos hortícolas de Cé Rodríguez que siguen 1 millón de personas

Un pequeño osasis en la jungla de asfalto y ladrillo. Así se puede definir el pequeño remanso de paz que Cé Rodríguez, un aficionado a la horticultura convertido en fenómeno viral, cultiva con cariño y esmero y con el que ha conquistado decenas de miles de hogares. Desde sus 20 metros de terreno en la pedanía de Bembrive, Rodríguez aconseja a todo el que quiera comer sano, ecológico y con los productos que nacen, azada en mano, del sudor de su frente. 

MILES DE SEGUIDORES

Las redes sociales han catapultado a este vigués que cuenta con más de 800.000 seguidores en YouTube, 129.000 en Instagram y casi 70.000 en TikTok. Sumando todos, y aunque tal vez muchos se repitan, hay cerca de 1 millón de personas pendientes de todas sus recomendaciones, enseñanzas y trucos para revitalizar sus plantas o aprovechar la temporada de fresas.

Aunque su trayectoria profesional está ligada al mundo de las finanzas, su pasión por su pequeña leira lo llevó a lanzarse en 2014 a compartir la evolución de sus tomates, las formas de dar color a una flor de pascua o a luchar contra una dichosa plaga de orugas que atacaba sus cosechas. En 2018 abrió su canal de YouTube y ahora su perfil es de lo más socorrido por todos aquellos que, como él, encuentran una escapada cuando se ponen las botas impermeables para ir a la huerta. 

INFLUENCER RURAL

En pandemia fue cuando pegó el petardazo, con mucha gente que se interesó por este movimiento que busca recuperar un poco la producción de autonconsumo, tan propia de Galicia. En este invierno las acelgas o los puerros se benefician de sus ingenios para el compostaje mientras enseña cómo se deben podar las hortensias, entre la gran variedad de contenidos que publica a lo largo de la semana y por el que también muestran interés grandes marcas que han convertido a Rodríguez en todo un influencer rural.

Y cuando algo no le cabe en sus 20 metros de parcelita, siempre puede acudir a la de su madre, donde colabora de manera activa, donde encuentra árboles frutales y sigue con sus probaturas para sacar el máximo partido a la tierra. Se trata, a su vez, de una herramienta para la escucha activa, donde los consejos de sus seguidores y las preguntas lo llevan a indagar más sobre asuntos que no hacen más que dar más vida y color a su campo, mientras los comentarios de sus vídeos se convierten en un más que interesante foro de debate. Se recoge lo que se siembre, y Rodríguez tiene un campo lleno de florecientes post en Instagram, para alegría de sus seguidores.