(VÍDEO) ¿Ha regresado el delfín Manoliño a la ría de Noia? Un perro y un delfín nadando y jugando juntos
Ante la mirada atónita de la gente reunida en el pantalán, los dos animales disfrutaron en amor y armonía de un chapuzón.
Ante la mirada atónita de la gente reunida en el pantalán, los dos animales disfrutaron en amor y armonía de un chapuzón.
¿Es Manoliño el de las imágenes? Es imposible precisarlo, pero por la confianza con la que se relaciona con los humanos y la zona, podría tratarse del cetáceo más famoso de Galicia.
Ya hacía un rato que no acaparaba titulares en la Ría de Muros y Noia, pero todo parece indicar que ha regresado. Un vídeo que circula por la red desde hace poco parece la evidencia de que Manoliño ha regresado más juguetón que nunca, dispuesto a sorprender y a hacer nuevos amigos.
El vídeo, colgado en la plataforma Tik-Tok, muestra a un grupo de gente, con varios niños, aproximados a un pantalán en la ría, con el curioso animal observándolos desde el agua. Los niños observan la escena junto a un perro, igual que curioso que el cetáceo.
Sin dudarlo, el perro se lanza al agua para interactuar con el delfín, que inmediatamente se pone a inspeccionarlo y jugar con el perrito. Nadando juntos, persiguiéndose y saltando en el agua, los dos animales dejan atónitos a todos los que contemplan la escena. "¡Qué pasada!", exclaman, exultantes, desde tierra firme.
El delfín se sumerge y sorprende a su compañero desde abajo. Los dos inician una persecución amistosa en el agua, hasta que el perro asume que no puede igualar la destreza acuática de su nuevo amigo y regresa con la familia al firme.
NO MOLESTAR A MANOLIÑO
Los turistas interaccionan un poco más con el animal hasta que se corta el vídeo. Aunque pueda parecer inofensivo, los expertos recomiendan no entablar trato con el arroaz.
"Las interacciones con humanos pueden ser peligrosas, tanto para él como para nosotros", incide un panfleto del Museo do Mar de Noia, en el que habla de Manoliño, un ejemplar de 3 metros y cerca de 300 kilos. Al tiempo, recuerdan que, por ley, no se debe interactuar con él. Pero, todo sea dicho, él tampoco se presta a lo contrario.
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