"Pepe el gallego", un emigrante y ex contrabandista, celebra su 107 cumpleaños en Gernika-Lumo
Antonio Iglesias Novoa no es lo longevo, es lo siguiente. Acaba de cumplir 107 años en un buen estado de salud que, según indica el Ayuntamiento de Gernika, aún le permite dedicarse a una de sus pasiones, la cocina, y vivir en un cuarto sin ascensor.
El emigrante recibió de manos del alcalde de la ciudad, José María Gorroño y otros miembros del consorcio, una placa conmemorativa en Lurgorri, el pueblo donde reside.
Así de en forma y jovial se le ve en vídeo de su cumpleaños del año pasado:
MENOR MIGRANTE
Iglesias llegó a Mundaka procedente de su Galicia natal cuando aún no había cumplido los 14, cuando era basicamente un niño. Enseguida empezó a trabajar para una empresa de motores de Bermeo.
Superada su fase de proletario, se cambió a otros oficios con más tradición en el país. No solo a reparar paraguas, también, como él reconoce, al contrabando.
Eran tiempos de estraperlo y Pepe se sacaba un extra tirando de conexiones gallegas en el mercado negro. Vía Galicia y desde Portugal escamoteaba café negro e incluso oro para las dentaduras de los dentistas.
Se casó con una vitoriana, con la que tuvo cuatro hijos -dos niños y dos niñas- y ahora ve pasar la vida desde la sala de catas del barrio de Lurgorri, donde vive en un cuarto piso sin ascensor. Aunque tiene años, todavía cocina porque le encanta este oficio, y disfruta de la caza y la pesca deportiva, señala su ayuntamiento.
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