Jorge Suárez (Ferrol en Común): "Es hora de que en Ferrol tengamos un gobierno de coalición como el de Madrid"

Galiciapress entrevista a Jorge Suárez (1975), que aspira a recuperar la alcaldía después de perderla en 2019 ante Ángel Mato, al que apoyó en su investidura, con el que logró acuerdos importantes pero con el que no formó un gobierno de coalición.

Las tornas han cambiado en cuatro años y ahora parece que podría estar más cerca ese acuerdo entre las dos fuerzas, siempre que los números los permitan. Con quien no pudo pactar Suárez fue con Podemos, que presenta su propia lista alternativa después de no alcanzar un acuerdo con Ferrol en Común para concurrir juntos el próximo 28 de mayo.

Las viviendas públicas y vacías que hay en la ciudad, la necesidad de impulsar políticas supramunicipales con el resto de gobiernos de Ferrolterra o la deuda pendiente con la ciudad departamental en materia de infraestructuras, otros temas de la conversación con el exregidor. 

Las pasadas elecciones dejaron un resultado ajustadísimo en Ferrol. Fue la ciudad con la plaza más disputada, pero los sondeos publicados este fin de semana auguran una mayoría absoluta del PP y más holgada de lo esperado. ¿Cree que serán un puñado de votos los que marcarán si hay mayoría absoluta o no?

Ferrol siempre es una ciudad compleja, de contrastes, con una tradición en la que la lucha obrera se combinaba con una presencia importante de militares. Creo que eso, no es que se mantenga en el tiempo, pero sí dejó un poso que hace que cada cuatro años cambie el gobierno local. También es cierto que las encuestas son lo que son, que cabe valorarlas por la tendencia de voto, pero recuerdo que en 2015 cuando Ferrol en Común alcanzó la alcaldía la última encuesta daba 14 ediles al PP y 3 a Ferrol en Común. Está todo muy abierto, se va a decidir de nuevo por un puñado de votos, y más importante que las encuestas es transmitir propuestas políticas. Estamos en esa línea, tener la mayor cantidad de juntanzas posibles para transmitir y combatir lo que a veces se vende de nosotros, transmitir rigor, propuestas de cambio política y propuestas en beneficio de la gente. 

En esta legislatura el PSdeG ha gobernado en solitario después de no llegar a acuerdos con las demás fuerzas progresistas. Hace cuatro años me dijo en otra conversación que conocía la realidad de Ferrol y que sabía que la izquierda si quiere entenderse está obligada a pactar. ¿Estaría hoy más cerca un gobierno de coalición que en 2019?

Creo que sí. De hecho, no hubo gobierno de coalición propiamente dicho aunque apoyamos la investidura pero no entramos a gobernar áreas concretas después de cuatro años complejos gobernando nosotros. Pero es verdad que en muchos aspectos llegamos a grandes acuerdos: los presupuestos, el plan de movilidad, los planes de obras y servicios… Nosotros siempre mantuvimos una actitud constructiva y dialogante, si bien tuvimos unos inicios complicados, las posiciones se fueron acercando poco a poco y creo que es hora de que por fin se pueda reproducir lo que ya ocurre en Madrid, con un gobierno de coalición que sea leal una parte con la otra y se puedan implementar políticas reales que beneficien a las personas. 

SIN ACUERDO CON PODEMOS EN FERROL

Donde no hubo acuerdo fue en las negociaciones con Podemos para concurrir juntos a las municipales de Ferrol, como sí ocurrirá en otras ciudades. Eso supone dividir todavía más el voto en la izquierda ferrolana. Aitor Cordero dijo que el acuerdo fue imposible por Ferrol en Común ¿Por qué no fue posible alcanzar un entendimiento entre las dos fuerzas? ¿Cuál era el principal elemento disruptivo? 

Creo que no es cuestión de echarse culpas. Ocurrió lo que ocurrió. Con todo consideramos a Podemos como un aliado estratégico, con el que puntualmente no se alcanzó un acuerdo. En ocasiones más que de las organizaciones depende de las personas. Desearles toda la suerte, aunque es verdad que puede dividir. En 2015 ya competimos con Marea Ártabra y en 2019 con Marea de Ferrol. Somos una fuerza consolidada y el objetivo de llegar a una candidatura única no se alcanzó, pero mantenemos la esperanza de obtener un buen resultado. La política ahora una vez que el acuerdo no se materializó es explicar propuestas políticas y no entrar en cuestiones técnico-jurídicas que nada ayudan más que al desgaste del votante. 
 

Lo ocurrido en Ferrol podría ser comparable a las diferencias que existen hoy a nivel estatal para que Podemos y Sumar se integren en una misma lista. ¿Cree que será posible que Yolanda Díaz y Ione Belarra concurran juntas en las generales?

Es un deseo que tengo, pero Madrid está a 600 kilómetros de aquí y no tengo todas las las claves. Para muchos y muchas Yolanda es la esperanza de que la izquierda tenga un resultado bastante mejor, que mejore el Gobierno de coalición con una mayor presencia de la izquierda a la izquierda del PSOE y que eso permita aprobar leyes como las que se aprobaron y siguiendo esa senda en la que la clase trabajadora pueda arañar mejoras en sectores económicos y sociales acaparados por unos pocos. 

La ciudadanía castigó en las pasadas municipales a las mareas, arrebatándoles las principales alcaldías, algo que también ocurrió en otros puntos de España. ¿Han tomado nota estos cuatros años de qué falló en las anteriores municipales para no repetir los resultados de 2015?

Hay un factor externo y otro interno. Sería fácil hablar solo del externo y decir que fue culpa del sistema, de un conjunto de actores mediáticos y sociales que no nos dieron tregua, que también, pero no es el único factor. Después cometimos errores y hay que ser autocrítico. Todas esas disputas en torno a En Marea en el Parlamento de Galicia, pasando de ser segunda fuerza a prácticamente desaparecer del mapa político pasan factura en el sentido de que esas cuestiones, que nada tienen que ver con la política y se parecen más a Juego de Tronos, al final la ciudadanía toda la esperanza que tenía en un movimiento que parecía de cambio real se fue diluyendo y por eso perdimos. 

Por eso decía que con Podemos no llegamos a un acuerdo, pero entrar ahora a echarnos los trastos a la cabeza no ayuda a construir una alternativa política. Creo que además gobernar durante cuatro años en una situación minoritaria en las tres ciudades de Galicia y en otros municipios fue complejo, casi sin dar tiempo a explicar nuestras políticas porque los mandatos municipales son solo de cuatro años y para hacer algo palpable y transformador se necesitan al menos dos legislaturas. 

La lista de Ferrol en Común incorpora alguna cara nueva y viejos conocidos, pero por integrar listas de otras fuerzas políticas en el pasado. ¿Reúne ahora más sensibilidades la lista de Ferrol en Común? Usted dijo en su presentación que tocaba a todas las partes de la sociedad…

Desde luego. Si de algo podemos estar orgullosos es de la lista que llevamos, una lista unitaria donde hay personas más ligadas a la ciudad que a movimientos políticos concretos. Para tener una idea, del ámbito sindical tenemos en nuestra lista delegados de CC.OO., UGT, CIG y CSIT. Más plural no puede ser. Tanto la número 2 como la número 3 son motores de la ciudad en el ámbito cultural y vienen con toda la fuerza del mundo y con un prestigio social anterior para integrarse en Ferrol en Común, que sin militar en partidos políticos, además de aportar sus ganas y su trabajo, dan esa imagen de renovación de la que hablas. 

"Del ámbito sindical tenemos en nuestra lista delegados de CC.OO., UGT, CIG y CSIT. Más plural no puede ser"

INFRAESTRUCTURAS, VIVIENDA, EMPLEO...

La Xunta tiene mucho que decir, pero también el Estado, sobre uno de los grandes déficits que presenta la ciudad, que es en materia de infraestructuras. ¿Ha visto avances o retrocesos en esta lucha en estos cuatro años? ¿Cómo impulsaría este aspecto desde la alcaldía Ferrol en Común? 

Un retroceso notable. Es cierto que aunque el gobierno de Ángel Mato, aunque nosotros estábamos continuamente intentando llegar a acuerdos, tomó decisiones en infraestructuras de manera totalmente unilateral que nada ayudaron a lo que se estaba construyendo. Su propuesta para hacer un nuevo trazado entre Ferrol y A Coruña, de más de 800 millones de euros, con un grave impacto medioambiental sobre otros concellos que por supuesto que no están dispuestos a asumir…era una utopía. 

Nosotros en nuestro mandato nos dirigimos a Fomento, cuando era ministra Ana Pastor, y los técnicos del Ministerio nos dijeron que no había suficiente masa crítica para construir esa infraestructura. Nos pusimos manos a la obra: reunimos a la Diputación provincial, a congresistas, senadores, empresarios, sindicatos…todos en una mesa de trabajo para demostrar a Madrid que sí existía esa masa crítica y que existía una deuda histórica con Ferrol. Ese trabajo se interrumpió. En consonancia con lo que defiende la mayoría deberíamos eliminar el bypass de Betanzos y rectificar algunas curvas, con un coste de unos 100 millones de euros que sería asumible para los Presupuestos Generales del Estado, conectando en 45-50 minutos, altamente competitivo con la autovía. No somos favorables a un AVE que generalmente es muy costoso y que no es un tren para la gente, sino para las élites. 
 

Esa conexión con A Coruña es lo que defendió hace unos días en la reunión con el presidente de la Autoridad Portuaria, donde recalcó los “intereses comunes” de ambos, entre otros aspectos esa conexión beneficiosa tanto para pasajeros como para mercancías. 

Sí, la Autoridad Portuaria, Ministerio de Defensa, la Xunta…esa presencia en la ciudad es obvia y notoria. Muchas veces se ven como enemigos y provocan rechazo. Creo que hay que llegar a acuerdos y no entrar en esas disputas que no llevan a nadie. Nosotros tuvimos una posición, por nuestro respeto al medioambiente, totalmente contraria al trazado diseñado para el puerto exterior, pero la obra ya está adjudicada, licitada y en construcción. Una vez que ya no hay vuelta atrás lo que hay que ser es conscientes de que el puerto exterior es una gran oportunidad laboral para muchísimas personas, se están asentando empresas y necesitamos llegar a acuerdos, al menos para que las líneas con la conexión con A Coruña, y en eso estamos de acuerdo con la Autoridad Portuaria, se rectifiquen para que ese coste millonario de más de 200 millones de euros del tren al puerto exterior no vaya a morir al llegar al centro sin esas reformas en el trazado. 
 

¿Ha sido la falta de sintonía del Concello con la Autoridad Portuaria la causa de que más industrias no se hayan establecido en la ciudad?

Puede ser un cúmulo de factores. Hay factores externos: pasamos una pandemia, hubo una crisis industrial… Ahora es un momento en el que está rebrotando el sector industrial en la comarca, aupado por la construcción de las fragatas que van a traer una gran carga de trabajo con la que va a aumentar la población. Por eso no podemos dormirnos en el sentido político local y aprovechar esa oportunidad para que grandes tópicos como el monocultivo del sector naval público o la falta de industrias alternativas puedan vencerse en época de bonanza. 

Es verdad que ser de distinta color política la Xunta y el Concello siempre impide avances, porque se entra a gobernar a golpe de titulares que luego no tienen ninguna dotación económica: hablamos de la estación intermodal, de crear un nicho de industrias en FIMO, donde tenemos un edificio que costó un millón de euros y que podemos poner a disposición de las empresas, pero Xunta y Concello quieren llevarlo a dos localizaciones distintas y al final ni en una ni en otra a falta de acuerdos.

Ferrol parece mirar más allá del Naval, especialmente con una perspectiva más amplia a nivel comarcal, después del cierre de importantes industrias de la zona. Los fondos Next Generation prometen ser una solución para la zona y hay algunos proyectos de gran calado que pueden revitalizarla. ¿Qué alternativas hay para Ferrol? ¿La eólica marina puede ser uno de los sectores a tener en cuenta para el futuro?

Desde luego, pero la eólica marina está centrada en otro concello, Fene, en los terrenos de la antigua Astano. Aunque esté en otro concello, aunque no tengamos suelo industrial y en Narón sí, aunque se vaya a construir en As Pontes con fondos Next Generation, lo que tenemos es, como tarea pendiente en la ciudad y la comarca, es vencer la visión chovinista que tenemos en los concellos y vencer esas fronteras interiores que nos llevan a hablar en Ferrol solo de Ferrol y en Narón solo de Narón. 

Hay que impulsar la supramunicipalidad porque somos un área que de estar agrupados seríamos la tercera de Galicia en habitantes y, aunque eso pueda estar lejos la unidad administrativa, sí debemos caminar para alcanzar grandes acuerdos con los concellos de la comarca a nivel de empleo, social, servicios, transporte… Nosotros intentamos conseguirlo por todos los medios, y ahí está la financiación europea de 10 millones que conseguimos entre Ferrol y Narón. Pero en los últimos años se volvieron a cerrar fronteras y se ve a Narón como un enemigo. Eso hay que cambiarlo porque eso se transmite a la sociedad y no lleva a ningún camino bueno. 

La actualidad política a nivel nacional gira en estos momentos en torno a la Ley de la Vivienda y la promesa del Gobierno de construir miles de viviendas públicas. Coincide en el tiempo con la luz verde del Pleno de Ferrol al Convenio con Defensa que abre la puerta para construir más viviendas en la ciudad. ¿Era este el convenio que necesitaba Ferrol? ¿Por qué no contó con el voto de Ferrol en Común?

Hay unas cuestiones que son sencillas de entender: Ferrol tiene el segundo parque de vivienda pública más grande del Estado en el barrio de Recimil que se está rehabilitando gracias a los fondos europeos conseguidos por Ferrol en Común. No es por colgarnos medallas, es la realidad. Hay 9.000 viviendas vacías que pueden ser objeto de la intervención pública en el sentido de rehabilitación y puesta a disposición de los jóvenes que se arraiguen en la ciudad, lo que además generaría empleo en el sector de la construcción, y no parece lógico que en pleno pulmón de la ciudad, en un espacio que debería ser de unión entre barrios como es el Sánchez Aguilera se proyecte la construcción de 440 viviendas de nueva obra habiendo unas 10.000 viviendas vacías entre uso privado y público.

"El barrio de Recimil se está rehabilitando gracias a los fondos europeos conseguidos por Ferrol en Común. No es por colgarnos medallas, es la realidad"

Todo eso responde a la especulación urbanística del Ministerio de Defensa, que conceptúa sus propiedades como bienes transaccionales de compra venta y que eso no debería ser de recibo por parte de una administración pública que negocia con el Ministerio. Creo que se buscó más un interés económico que una rentabilidad social, y por eso nos abstuvimos, porque ese convenio era muy mejorable en el sentido de aprovechar esa oportunidad para saber qué hacer con esos terrenos abriendo un canal de participación ciudadana para conocer su uso y destino final en lugar de colocarnos esas más de 400 viviendas a futuro y un centro comercial en el centro de la ciudad que puede ser la puntilla al comercio local. Creo que es fácil de comprender que no es el momento para la especulación urbanística, sino para hacer una ciudad más amable, sostenible y basada en la economía circular.