Nico González golea a Álvaro Fernández en O Clássico más gallego
El Oporto goleó 5-0 al Benfica en un partido en la que los dos gallegos tuvieron un papel destacado.
O Clássico es el partido más importante del fútbol portugués. Oporto y Benfica son, con permiso del Sporting de Lisboa -que, por cierto, marcha primero en liga-, los dos más grandes equipos del campeonato luso. Ayer se enfrentaban en un duelo por todo lo alto: los dragones querían mantener vivas sus opciones en liga; las águilas apartarlas de la carrera por el título. Se impusieron los locales con contundencia y con dos nombres destacados: Nico González y Álvaro Fernández, gallegos que buscan su sitio en la élite.
LA NOCHE DE NICO
La de Nico es una historia que ha dado muchos giros este curso. Fichado al Barça en verano, llegó a Do Dragão con la etiqueta de promesa, pero le costó entrar en los esquemas del técnico portugués. Con el cambio de año, el hijo de Fran se hizo con la titularidad y es el que lleva la manija en el centro del campo del Oporto.
Ayer realizó una de sus actuaciones más completas: 82 minutos sobre el terreno de juego y asistencia a Pepe para el 4-0. Ya en el banquillo celebró la manita de los suyos con el gol de Namasso. El coruñés es el diapasón del Oporto y su presencia se ha convertido en fundamental, tanto para mantenerse a flote en liga como para superar al Arsenal en el partido de ida de la Champions, donde aspiran a dar una machada histórica. Además, parece estar totalmente integrado en el equipo: su '¡Vamos carallo!' en la celebración del 5-0 puede acabar siendo un grito icónico.
OPORTUNIDAD PARA ÁLVARO
La noche del ferrolano Álvaro Fernández fue radicalmente distinta a la de Nico. El ex de Madrid, United o Granada todavía busca convencer a Schmidt, que ante el Oporto quiso sorprender con un novedoso esquema pero que naufragó en su propuesta con Morato, un central, de carrilero zurdo. Con un 2-0 al descanso y totalmente superado, buscó reconducir el partido dando entrada a Álvaro para tener a alguien en la izquierda en su posición natural al inicio del segundo tiempo, pero el gallego tampoco pudo contener la sangría del Benfica.
Sin embargo, fue la única nota positiva en defensa, ya que al acabar el encuentro fue el único zaguero con una nota superior al 6, prueba de su desempeño en la segunda mitad. Álvaro todavía se está aclimatando al fútbol portugués, pero ya ha disfrutado de dos titularidades, una de ellas en Europa ante el Tolouse, aunque hasta ayer llevaba dos partidos sin minutos. El técnico alemán ya no puede permitirse más tropiezos si quiere tener vida en liga, en Copa y en Europa League, por lo que no queda sitio para las probaturas. Álvaro se posiciona como el remedio inmediato para los problemas defensivos de los lisboetas.
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