Las horas más amargas de Jonathan Barreiro en Unicaja: del casi oro europeo al ostracismo

El gallego no está disfrutando de minutos esta campaña con Unicaja, donde ha pasado a ser un jugador testimonial.

Con 25 años, y después de entrar en la prelista de Scariolo, Barreiro tiene el objetivo de estar en la terna por ir a las Olimpiadas de París. 

El talento de Jonathan Barreiro descansa como un gigante dormido, a la espera de su oportunidad. El de Cerceda vive un momento bajo deportivamente, después de un verano complicado en el que rozó con la yema de los dedos el campeonato de Europa conquistado por la Selección Española, ahora le toca vivir otra cara amarga del basket, la de la falta de minutos en su club, algo que puede cerrarle, todavía más, las puertas del combinado nacional.

Entre ceja y ceja tiene la idea de demostrar su valía en Málaga y llamar la atención de Scariolo. Paris 2024 es una cita marcada en rojo en su calendario y una meta alcanzable. Para entonces, el gallego debe dar un paso al frente y aprovechar las llamadas de las ventanas FIBA, donde ha sido un recurso explotado por el seleccionador de España, que lo descartó para el Europeo tras entrar en la prelista. Sin embargo, para ello tiene que tener rodaje en la ACB. 

No está teniendo el favor de Ibon Navarro, que tiene en la figura del alero al jugador con menos minutos de su plantilla. Prueba de ello es el minuto testimonial que estuvo en pista ante el Girona. Su rol ha cambiado desde la temporada pasada en un Unicaja que aspira a ocupar puestos nobles esta temporada y competir ante cualquier rival. A la falta de ritmo, hay que sumar su desacierto en algunas acciones, tal vez condicionado por la propia falta de minutos.

Este fin de semana visitan Badalona y cierran noviembre en casa ante el Betis. Serán partidos clave para ver si Barreiro gana peso en el esquema de Navarro. Al gallego ganas y talento le sobra. Lo que le falta es la oportunidad.