Una plaga de ratas mantiene cerrado el comedor del colegio de A Cañiza
Es el segundo más grande la provincia de Pontevedra y debería atender a más de 500 alumnos. Unos militares dieron el aviso hace más de un mes.
Debería estar dando servicio a más de 500 alumnos.
La aparición de roedores en un almacén de la cocina del CIP de A Cañiza obliga a mantener cerrado el comedor escolar (el segundo más grande de la provincia de Pontevedra), que atiende a más de 500 alumnos.
Según la Xunta, la plaga "está controlada" y el servicio podría reabrirse la próxima semana, si los técnicos sanitarios lo autorizan.
Según ha explicado el alcalde de A Cañiza, Miguel Domínguez, las ratas fueron detectadas por militares de la Brilat de Pontevedra que utilizan las instalaciones para acampar en verano. Tras alertar al Ayuntamiento, éste puso los hechos en conocimiento de la Consellería de Educación.
El jefe territorial de Educación en Pontevedra, César Pérez Ares, ha explicado que su departamento fue avisado de la plaga el 28 de agosto, "e inmediatamente, el 29 de agosto, se envió a inspectores a confirmar la denuncia y elaborar un plan de actuación".
Así, ha indicado que tanto Xunta como Ayuntamiento contrataron los servicios de desratización y, según las últimas certificaciones recibidas este mismo martes, "la plaga de roedores está controlada".
A partir de ahí se han llevado a cabo otras actuaciones para garantizar la seguridad y las condiciones higiénico-sanitarias, entre ellas la limpieza interior y exterior del colegio, la limpieza e higienización del comedor, desinfección de utensilios, etc.
"Después de la aplicación de los productos hay que tomar muestras, que van al laboratorio. Eso tiene un tiempo de cultivo, y estamos esperando los resultados", ha explicado el alcalde.
INFORMACIÓN A LAS FAMILIAS
Por su parte, la Asociación de Padres y Madres del CIP celebrará este martes a las 8 de la tarde en el aula Cemit del centro comarcal A Paradanta una reunión para informar a los padres sobre la situación, los motivos por los que el comedor permanece cerrado, y para aclarar sus dudas.
La portavoz de la asociación, Marta Rodríguez, ha lamentado la "tardanza" en la actuación de la Jefatura Territorial de Educación, y ha recordado que el aviso de la brigada de la Brilat al Ayuntamiento se realizó el 14 de agosto. En todo caso, ha abogado porque ahora se tome el tiempo necesario para garantizar la seguridad de los niños.
Las medidas adoptadas, y la necesidad de esperar por los resultados de laboratorio para confirmar las condiciones aptas del comedor, obligan a tener el servicio cerrado, con los inconvenientes que ello ha creado a las familias: los niños tienen que ir a comer a sus casas, y eso genera problemas de conciliación en muchos casos, porque los progenitores trabajan.
Así, entre los cambios que se han visto obligados a realizar, se ha tenido que modificar el horario de transporte de los alumnos de ESO, para que coincida con el de Primaria, de forma que "pierden horas lectivas los lunes", al tener que salir antes de clase.
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