Cuatro de cada diez niños no recibe la vacuna del sarampión completa
Un experto señala que la única forma de proteger a los más pequeños es "estar rodeados de gente vacunada".
La vacuna contra el sarampión requiere dos dosis.
A pesar de que en los últimos años los casos de sarampión se han multiplicado, solo el 85 por ciento de los niños recibe una dosis de la vacuna antes de cumplir los dos años y "apenas" el 61 por ciento las dos dosis recomendadas, según el jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Sanitas CIMA, César Morcillo Serra.
Uno de los "mayores problemas" es que la vacuna contra el sarampión no se administra a menores de un año y la única forma de proteger a esos niños es que el 95 por ciento de la población que le rodea haya sido vacunada con las dos dosis. "Estar rodados de gente vacunada rompe la cadena de transmisión del virus y es una forma de proteger a las personas más débiles que no podemos vacunar, como bebés, enfermos y ancianos, es lo que se denomina el efecto 'rebaño' o inmunidad de grupo", ha subrayado el doctor.
Esta vacuna es voluntaria y suele administrarse a los niños junto con la de la rubéola y la parotiditis (vacuna triple vírica), a través de los diferentes servicios de salud con una solicitud previa de los padres a su médico o pediatra.
En este sentido, el doctor Morcillo ha señalado que esta se utiliza desde hace más de medio siglo, es "muy eficaz, segura y barata", pues inmunizar a un niño contra el sarampión tiene un coste inferior a un euro, "por lo que es una de las mejores inversiones en salud pública, teniendo en cuenta además que, antes de 1980, cuando empezó a generalizarse el uso de la vacuna, el sarampión causaba dos millones y medio de muertes al año".
Además, la mayoría de los niños no presenta ningún efecto secundario, aunque los que ocurren son "normalmente muy leves", algunos como fiebre o sarpullido, y los más graves son "poco comunes", como fiebre alta que cause convulsiones, algo que le sucede a uno de cada tres mil casos.
ENFERMEDAD MUY CONTAGIOSA
El sarampión es una enfermedad "muy contagiosa", causada por un virus que infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo, y que se suele transmitir a través del contacto directo y del aire, teniendo en cuenta que no existe ningún tratamiento antiviral específico contra el virus una vez contraída la infección, según el especialista.
El primer síntoma del sarampión es la fiebre alta y la erupción cutánea, comenzando de diez a doce días después de la exposición al virus y dura entre cuatro y siete días. En la fase inicial, el paciente puede presentar también tos, ojos llorosos y rojos y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
Al cabo de unos catorce días aparece un exantema o erupción en la piel, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que se extiende durante aproximadamente tres días, acabando por afectar a las manos y pies. Tras cinco o seis días, el exantema desaparece.
Junto a esto, puede causar también diarrea grave, infecciones del oído, infecciones respiratorias graves como neumonía, ceguera, encefalitis e incluso causar la muerte, si la enfermedad se complica, tanto que es una de las principales causas de muerte entre los niños pequeños, especialmente los menores de cinco años, aunque también puede darse en adultos mayores de veinte años.
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