La Xunta quiere que Galicia sea "un destino tranquilo" y no un lugar donde "tostarse al sol"
Entre los objetivos de la Estratexia están el de elevar el gasto medio por persona hasta los 60 euros y subir cuatro puntos "como mínimo" la ocupación en el turismo rural.
La nueva Estratexia do Turismo de Galicia aspira a consolidar la comunidad como "un destino tranquilo de máxima calidad" que alcance los seis millones de viajeros en el año 2020. Lo ha manifestado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, convencido de que Galicia debe diferenciarse y reivindicarse con este perfil y no "como una moda pasajera" o un lugar "donde tostarse diez días al sol".
Así se ha pronunciado en el acto de presentación de la estrategia al sector, en el que su discurso fue precedido de la intervención de la responsable de Turismo de Galicia, Nava Castro, y de un debate entre representantes de asociaciones turísticas, gastronomía, agencias y eventos deportivos, sobre los factores a potenciar para mejorar el turismo en la comunidad.
Feijóo ha repasado los retos cuantitativos de la Estratexia, que ya se habían dado a conocer previamente, y ha insistido en que es posible preparar el próximo Año Santo e incrementar en más del 20 por ciento el porcentaje total de viajeros que llegan a Galicia, logrando alcanzar los seis millones en 2020, de los que dos millones sean turistas internacionales.
Entre los objetivos de la Estratexia, que recoge una aportación de 240 millones de euros, están también el de elevar el gasto medio por persona hasta los 60 euros y subir cuatro puntos "como mínimo" la ocupación en el turismo rural.
Pero el presidente ha incidido, sobre todo, en la perspectiva cualitativa, y ha llamado a trabajar para consolidar Galicia como "un destino tranquilo" e "indispensable" al que "querer volver", otorgando al Camino de Santiago un papel de peso. "No solo queremos que vengan los viajeros, sino que vuelvan y que hablen bien de nosotros", ha remarcado.
Para conseguirlo, ha apelado a "diferenciarse", ha destacado elementos de la comunidad como su gastronomía y el paisaje, y ha reivindicado un turismo "sostenible". "No tenemos que copiar a otros", ha defendido, antes de subrayar que los viajeros llegan a Galicia "a descansar, a comer y dormir mejor o a ver un paisaje distinto, no a tener problemas ni a cosechar carcinomas de piel".
AVE, PUNTO DE INFLEXIÓN
En su reivindicación de "fidelizar" a los viajeros y favorecer la intermodalidad, la Estratexia propone, entre otras cuestiones, la creación de la Tarjeta del Turista o la dotación de información turística en estaciones principales e intermodales.
Por su parte, Feijóo ha proclamado que "el AVE supondrá un antes y un después" y "cambiará de forma definitiva" Galicia, por lo que el plan estratégico impulsado "tiene que preparar su entrada en Galicia. "Y para eso necesitamos del concurso de todos", ha sentenciado, antes de recordar que ahora se trabaja en el diseño de varias estaciones intermodales.
Satisfecho de lo conseguido, pero con la convicción de que falta mucho por hacer, ha subrayado que quedan "cuatro años apasionantes para acreditar que el turismo tranquilo y de máxima calidad solo ofrece un destino: Galicia".
POLÍTICAS "TRANSVERSALES"
Por último, el presidente ha interpelado al sector, convencido de que es necesaria la implicación de "todos" los sectores implicados para lograr los retos y ha parafraseado al cocinero Pepe Solla, que intervino en el debate inicial y situó como "fórmula" para "desestacionalizar" la de "dar razones" a los viajeros para volver en cualquier época del año.
"Pues como dijo Solla, demos razones para volver", ha sentenciado Feijóo, quien también ha aprovechado su intervención ante distintos representantes del sector para reivindicar la implantación de políticas transversales en la administración para potenciar el turismo, por lo que resulta clave que este departamento dependa directamente de la Presidencia.
Así, ha recordado que, cuando formó Gobierno, había tres opciones: situar el área dependiente de Presidencia, hacer una consellería de Turismo o derivar las competencias a otro departamento.
"El sector quería la consellería, pero la situación económica no me permitía aumentar departamentos. ¿Y qué hicimos? Optamos por la solución inteligente. Dijimos: Si no hay capacidad todavía para hacer un departamento de turismo, hagamos que dependa de la Presidencia para impregnar todas las políticas de la Xunta", ha zanjado.
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