EEUU acusa a Fiat Chrysler de falsear emisiones
La EPA acusa al consorcio de instalar un software en sus modelos Jeep Gran Cherokee y Dodge Ram 1500 que aumenta las emisiones | La situación afectaría a 104.000 vehículos
La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) ha acusado al consorcio automovilístico Fiat Chrysler Automobiles (FCA) de utilizar un software ilegal que alteraba las emisiones de algunos de sus vehículos.
La EPA indicó que Fiat Chrysler Automobiles y su filial estadounidense, FCA US, cometieron diferentes violaciones de la Ley del Aire Limpio de Estados Unidos al instalar y no comunicar la existencia de un software de gestión del motor en sus modelos Jeep Grand Cherokee y Dodge Ram 1500 con el propulsor diésel de 3.0 litros vendidos en Estados Unidos entre 2013 y 2016.
Según la organización, este dispositivo provoca un aumento de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NOx) en los vehículos y afirmó que esta situación afecta a casi 104.000 unidades de dichos Jeep Grand Cherokee y Dodge Ram 1500 correspondientes a los años modelo 2014, 2015, y 2016.
"La no comunicación de dicho software que afecta a las emisiones en el motor de un vehículo representa una grave violación de la ley, lo que puede derivar en una peligrosa polución en el aire que respiramos", aseguró la administradora asistente de la Oficina de Cumpliento de la EPA, Cynthia Giles.
En este sentido, indicó que en la EPA continúan analizando el impacto y la naturaleza de dichos dispositivos y afirmó que todos los fabricantes deben jugar con las mismas reglas, mientras que la representante del Comité de Recursos del Aire de California (CARB, por sus siglas en inglés), Mary Nichols, subrayó que, una vez más, un gran fabricante de automóviles tomó la decisión empresarial de saltarse las normas y "ha sido pillado".
La Ley de Aire Limpio de Estados Unidos obliga a las marcas automovilísticas a demostrar ante la EPA, a través de un proceso de certificación para los vehículos, que sus productos cumplen con los estándares de emisiones permitidos.
Como parte de dicho proceso, las compañías tienen que revelar y explicar la utilización de cualquier software que pueda alterar y la forma en que lo hace las emisiones de los automóviles. La organización aseguró que Fiat Chrysler no comunicó la existencia de dicho dispositivo en los procesos de certificación de ambos modelos.
"No comunicando este software y posteriormente vendiendo vehículos que lo utilizaban, FCA ha violado importantes provisiones de la Ley de Aire Limpio", aseguraron desde la EPA, al tiempo que recordaron que en septiembre de 2015, tras explotar el caso del diésel de Volkswagen, ampliaron su programa de pruebas para detectar el uso de este tipo de dispositivos.
FIAT CHRYSLER NIEGA LAS ACUSACIONES
Por su parte, el consorcio automovilístico Fiat Chrysler Automobiles (FCA), junto con su división estadounidense FCA US, se ha mostrado "decepcionado" con la acusación emitida por la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) y afirmó que buscará reunirse con representantes de dicha organización y del nuevo Gobierno del país para demostrar que sus vehículos no utilizan un software "malicioso" ilegal.
En un comunicado, la compañía afirmó que trabajará tanto con dicha agencia como con la futura Administración Trump para resolver este asunto de una forma justa y equitativa y para asegurar, tanto a la EPA como a sus clientes en Estados Unidos, que sus modelos diésel cumplen con las exigencias en materia medioambiental.
La corporación que dirige Sergio Marchionne explicó que los motores diésel que comercializa en el mercado estadounidense incorporan elementos de control de última generación, con sistema de reducción catalítica (SCR). Así, apuntó que cada fabricante debe usar diferentes estrategias para controlar las emisiones de sus modelos y para cumplir con la normativa y afirmó que sus controles de emisión "cumplen" con los requisitos legales en el país.
En este sentido, la corporación recordó que ha pasado meses suministrando gran cantidad de información a la EPA y a otras autoridades estadounidenses, al tiempo que añadió que ha propuesto la puesta en marcha de diferentes acciones para dar respuesta a las preocupaciones de dicho organismo.
Entre las propuestas, según la compañía, destaca el desarrollo de cambios significativos en dicho software de los sistemas de control de emisiones que podrían ser introducidos de forma inmediata en los vehículos y que permitirían mejorar las emisiones.
Así, la multinacional automovilística mostró su disposición a reunirse con la división de Cumplimiento de la EPA y con miembros del próximo Gobierno de Estados Unidos para demostrar que las estrategias de control de emisiones de FCA en el país están debidamente justificadas y que no existen "dispositivos maliciosos" bajo la regulación aplicable.
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