¡Lo mucho que aún le debemos a Grecia!
Todavía a día de hoy podemos encontrar en Acrópolis de Atenas el templo diseñado por Ictino y Calícrates, donde el ingenio de Fidias esculpió formas geométricas y metopas que fueron expoliadas, que las podemos contemplar, como tantas otras que allí surgieron, en el Museo Británico de Londres. La impresionante ruina del Partenón es el paradigma de la Grecia actual. La que fuera el faro más luminoso de la civilización de occidente, está donde la colocaron las sagas de políticos embusteros e incapaces.
“Hermosas ruinas”
que han dejado el corrupto descontrol anterior y el posterior “austericidio”, impuesto por acreedores ávidos del corto plazo, esos bancos alemanes y allegados, que les expulsan de Europa y les quieren robar el futuro.
Siguiendo la recomendación dada por el editor de este diario, Manuel Fernando González, en un magnifico editorial, el pasado día 26, abundo en la “Calma Señores,mucha calma”, lejos de sumarme a los agoreros contra Europa y a los que hacen un canto al “no pago de la deuda”, abogo por darle una salida al deudor e incluso Revisar su cualidad, ya que la banca alemana, aunque alemana, es banca, y si quiere cobrar, debería saber ¿Cómo?
A Grecia le reclamaban al final del 2014, más de 300.000 Millones de euros que no puede pagar, lo saben los acreedores, hasta el FMI, esta cifra significa el 176,00% del PIB en Grecia (todo lo que Grecia produce), no es objeto de este artículo analizar el porqué la vigilante troika, ahora tan activa, ha dejado crecer este monstruo. Cualquier paisano de mi aldea sabe que: “es mejor perder algo, que perderlo todo”, pero los buitres quieren la pieza entera.
¿Cuánto debemos a Grecia?
En la historia de Occidente, desde comienzos del primer milenio a. de C. en el territorio que ocupa el estado de Grecia, en la actualidad, floreció las más avanzada de las civilizaciones del mundo antiguo, cuna de la cultura europea. En ella, se establecieron las bases del conocimiento occidental y se desarrollaron disciplinas como la historia, la filosofía, las matemáticas, el derecho, el teatro, la medicina y la geografía. Además, en la esplendorosa Atenas de Pericles, nació la forma de gobierno más utilizada en el mundo contemporáneo: la democracia, representa un salto cultural y un logro que llega hasta hoy. La Grecia de la que somos eternos deudores es la del descubrimiento del individuo, de libertad y de igualdad, conquistas inéditas y nunca más necesarias que hoy.
Ahora reivindicamos, con razón, “la Sociedad del Conocimiento”, Grecia nos regaló el pensamiento, el arte, el sentido de ciudadanía contra el de vasallaje, unas leyes aprobadas por el pueblo. De ella pues, heredamos la democracia, “palabra griega usada para definir lo que nunca existiera”.
Grecia aporta a la civilización de Occidente el más eficiente sistema de escritura, el alfabeto, aún mayormente usado, que constituye el vehículo de comunicación y de transmisión de su legado lingüístico y cultural. Supuso, además, la creación de un sistema léxico al que recurren, permanentemente, todas las lenguas modernas en búsqueda de raíces para expresar ideas, objetos o conceptos nuevos. ¡Ah! También las olimpiadas, todo esto, es: “griego específicamente”.
El imperio romano, los bárbaros, de los que formaban parte los alemanes, el cristianismo y hasta el Islam, terminaron impregnados por la brillante luz que era “La Cultura Griega”. Así pues como toda Gran Cultura, llegó más lejos que ninguna otra. Fue la suya una colonización cultural y una colonización de libertad. La Grecia libre, descubrió La Ciencia y La Democracia, los inventos más radicales del igualitarismo griego, que cambiarían para siempre la Historia de la Humanidad, algo que no sucedió en las culturas de Egipto o Mesopotamia.
Conocemos desde el s. VII a.C. los nombres de los mejores escultores, ceramistas, arquitectos. Hasta los que ignoran lo que es y representa la filosofía, oyeron hablar de Sócrates, de los sofistas y de Aristóteles. Homero escribe tragedia en la Ilíada y comedia en la Odisea, cuyas obras se representan, aún, en todo el mundo.
Hasta en el amor triunfa el individualismo. Hay celos, lamentos, seducción, en sus dioses tan humanos. Amor homosexual en Safo o del viejo en Anacreonte, mientras el finísimo puntero de Fidias viste con telas transparentes la carne femenina.
Las lenguas modernas siguen bebiendo de las fuentes de esa lengua cultural y científica que es el griego, que algunos osados ignorantes, llaman: lengua muerta.
Inmersos como estamos “en la cultura de la especulación global”, parece que nadie valora en euros constantes, la vitalidad de las lenguas clásicas, ni repararan en su importancia a la hora de crear nuevas terminologías, dar nombre a nuevos objetos o descubrimientos, a la vez que son un medio para el desarrollo y evolución de las lenguas actuales.
El Legado de Grecia es inabarcable, representa “un intangible” de valor difícilmente calculable, cualquier aproximación conservadora será superior al Presupuesto alemán de varios años.
Todas las luces de la civilización se encendieron en Grecia. Hoy, fuerzas bárbaras de rostro opaco y usurero, intentan apagarlas devolviéndola a una posición marginal, en Europa, olvidan esos ignorantes ¡Lo mucho que aún le debemos a Grecia!
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